Chantaje cibernético
Al menos 10 estrellas del K-pop denuncian haber sido hackeadas
Figuras muy relevantes del entretenimiento surcoreano están siendo chantajeadas por unos piratas informáticos que han robado información de sus teléfonos móviles.
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“Mi objetivo es el dinero”. Así de claro es el mensaje que están recibiendo algunas celebrities del K-pop en sus smartphones después de que estos hayan sido pirateados. Los delincuentes detrás de estos hechos firman como “Black Hacker”, y llevan cerca de una docena de casos reconocidos, según la investigación que ha llevado a cabo el medio coreano Drift.
La policía de aquel país ha reconocido que idols, actores y hasta cocineros populares de la televisión han denunciado sufrir chantajes para no revelar información confidencial a cambio de dinero. Concretamente piden entre 50 y 100 millones de wones (de 38.000 a 76.000 euros) por mantener en secreto los datos que han conseguido.
La amenaza dice que en caso de no recibir el dinero, venderán fotos comprometidas a medios de comunicación y las distribuirán por redes. Según las capturas de Dispatch, al menos un idol K-pop ha cedido a las presiones y ha pagado para evitar un escándalo mayor. La identidad del artista no ha trascendido.
El que sí se ha atrevido a dar un paso adelante fue el actor Joo Jin Mo, cuya agencia de representación publicó una carta confirmando que él era uno de los afectados por estas coacciones y anunció medidas legales en caso de que la información confidencial se llegue a filtrar.
“Haremos todo lo que legalmente esté en nuestra mano para perseguir violaciones de la privacidad, chantajes y cualquier comportamiento que amenace a nuestros artistas”, dice el comunicado. “Se trata de crímenes muy graves, y pedimos que los medios y las redes sociales se abstengan de compartir cualquier material malintencionado o de difundir informaciones que no estén confirmadas”
Dispatch informa que los artistas afectados por este problema utilizan el mismo teléfono, un Samsung de última generación, y ya se está investigando cómo pudieron acceder a las fotografías, vídeos, listas de contactos y hasta textos de los terminales. El origen, eso sí, parece ser un grupo de hackers fuera de las fronteras coreanas, y el medio pide a los usuarios que extremen las medidas de seguridad en sus teléfonos cambiando las claves de acceso y los patrones de desbloqueo.
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