GUINNESS WORLD RECORDS

Muere a los 31 años el perro más viejo del mundo: ¿Cuál fue el secreto de la larga vida de Bobi?

A principios de 2022 este Rafeiro Do Alentejo portugués fue coronado como el perro más viejo del mundo recibiendo dos récord Guinnes. Bobi arrebató el récord a Bluey, un perro australiano, que murió en 1939 con 29 años y cinco meses.

Muere en Portugal a los 31 años Bobi, el perro más viejo del mundo

Muere en Portugal a los 31 años Bobi, el perro más viejo del mundoEFE Guinness World Records

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Un perro portugués de 31 años que había sido reconocido como el más viejo del mundo ha muerto. "Nuestro perro guardián, llamado Bobi, murió el fin de semana en un hospital veterinario", declaró su dueño, Leonel Costa.

Bobi vivía en una granja de la localidad portuguesa de Conqueiros con Costa junto a cuatro gatos. Nació el 11 de mayo de 1992, cuando su dueño tenía sólo 8 años. Vivió 31 años y 165 días, y su muerte fue anunciada por la veterinaria Karen Becker.

"Anoche, este dulce niño se ganó sus alas. A pesar de haber sobrevivido a todos los perros de la historia, sus 11.478 días en la tierra nunca serían suficientes para quienes lo amaban", escribió Karen Becker en Facebook donde sentenciaba "Buena suerte, Bobi le has enseñado al mundo todo lo que debías enseñar".

Bobi arrebató el récord Guinness a Bluey, un perro australiano de ganado que murió en 1939 con 29 años y cinco meses. Había ostentado el récord durante casi un siglo.

¿Cuál fue secreto de su longevidad?

Si bien la respuesta puede provocar reflexión entre los humanos, para el perro Bobi, la solución estaba en la forma en que logró llevar su vida durante 31 años: una rutina pacífica en un pueblo de Portugal, un espíritu aventurero, nunca llevar correa, y una dieta basada en "comida de gente" sin ningún tipo de pienso.

En una entrevista a principios de 2022, Costa declaró a Associated Press que el secreto de Bobi para una larga vida era la buena comida comida, el aire fresco y mucho amor. Afirmó que un "entorno tranquilo y apacible", lejos de las ciudades, también había ayudado. "Bobi come lo mismo que nosotros", aseguró Costa que explicó que además a Bobi nunca le habían puesto una correa.

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