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"UNA VOCACIÓN DENTRO DE OTRA VOCACIÓN"

Entrevista al Padre Damián, el sacerdote de TikTok: "Me planteo hacer un retiro para tiktokers"

Si te suena la cara del Padre Damián quizá sea de verle o en la Voz de hace un tiempecito, o en su bendecido perfil de TikTok.

El Padre Damián en uno de sus videoclips

El Padre Damián en uno de sus videoclips@PadreDamianVEVO / YouTube

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Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, la religión es "un conjunto de creencias acerca de la divinidad, de sentimientos de veneración hacia ella, de normas morales para la conducta individual y social y de prácticas rituales". Con mínimas diferencias, podríamos decir que las redes sociales y sus ídolos, a día de hoy, son para millones de personas una religión.

Aun así suele ser un tema tabú en redes, donde la gente muestra una máscara (previa a las ya odiosas mascarillas) que no toca creencias personales. Es una actitud en las antípodas de la que exhibe el Padre Damián, un religioso de origen granadino que arrasa sin contemplaciones desde hace ya unos añitos.

 

"Sin duda mi participación en La Voz fue una puerta abierta al mundo de la música, en primer lugar, y cuento con amigos muy conocidos en España dentro de esa industria", y subraya lo de amigos, además de explicar su "participación en algunos musicales, y una vinculación que mantengo con compañías de teatro con giras por España".

"Llevo desde muy pequeño en contacto con la actuación, mi abuela es cantaora de flamenco y cantaba con ella a los cuatro años. Las tablas, el teatro, no me son ajenos, siempre he estado vinculado a ellos", explica, con una claridad que prácticamente no hay que meter literatura a este artículo. Damián lo escribe solo.

¿Dificultades por eso de ser sacerdote en TikTok? Ninguna: "Mi experiencia en la iglesia ha sido tan buena que no he tenido ninguna dificultad en absoluto. La gente que me rodea y mis superiores me lo han puesto muy fácil, jamás me he sentido fuera de lugar".

Por supuesto, de sensación de competencia ni hablamos: "Una de las cosas más bonitas de TikTok es la relación entre influencers, si es que se puede llamar así a gente como yo". Y otra reflexión para el recuerdo: "Con todas las posibilidades que da TikTok, yo no podía no estar, es como tener un caramelo en la boca y no disfrutarlo".

Dada su influencia y cómo está afectando a su popularidad como párroco su presencia y contacto con influencers, dice entre risas -pero muy en serio- estar planteándose "un retiro para tiktokers o algo parecido". Un servidor se muere de ganas por verlo, no es broma.

"Cura y artista, son las dos claves de mi personalidad", añade en un momento para hablar de unos poemas escritos por él. "Se llama Romancero Herido, intentando actualizar todas las claves poéticas de Federico García Lorca, otro granadino como yo".

Y sobre la presencia de otros religiosos en redes, también tiene cosas que decir: "Coincidimos, porque al final somos pocos, pero no hay ninguna estrategia. Mensajes directos, dúos, colaboraciones... las redes sociales tienen muchas herramientas para ese contacto".

Un poco en broma le pregunto si hay temas que no pueda tocar lo le den apuro, como por ejemplo el rock satánico, y responde con la misma sonrisa que a cualquier otra pregunta: "No hay nada que rehuyo. Si viene por parte de un interés de la gente, al menos tengo que escucharlo, otra cosa es que me guste más o menos".

 

Sobre ese asunto, destaca cómo sus vídeos favoritos ("si tuviera que elegir una temática", aclara) son aquellos en los que trata la homosexualidad. "Creo que es uno de los lugares que debemos iluminar como iglesia, y me siento orgulloso por la buena acogida que ha tenido de la gente".

"Yo creo que tengo una personalidad muy artista y eso no se puede esconder", dice con toda la razón del mundo, "y aunque uno quiera ponerse la máscara de serio, o la máscara de no artista, pues eso siempre aparece, aunque seas cura o tengas cualquier profesión. [...] Para mí es una vocación dentro de otra vocación, y mi tarea es saber conjugarlas"

Todavía alucinado (yo, quiero decir), me deja una frase más de titular: "La autoridad del siglo XXI no puede seguir siendo la de la rigidez o la seriedad. Será la autoridad del servicio, de la entrega a los demás, y también del buen humor. Y en eso estamos".

Para que os hagáis una idea, después de bastante tiempo sin pisar una iglesia, el próximo domingo me pasaré sí o sí por la parroquia de Aluche, en Madrid, donde los domingos a las 20:00 oficia la misa. "¡Encantado, allí nos vemos!", dice con evidente sinceridad.

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