Una ex de Diddy que iba a declarar contra él ahora pide al juez que lo libere bajo fianza

Una antigua pareja sentimental de Sean "Diddy" Combs, identificada por las autoridades como una de las presuntas víctimas en el caso federal de tráfico sexual en su contra, ha solicitado su liberación mediante una carta presentada ante el tribunal pocos días antes de su sentencia.

La mujer, Virginia Huynh, fue mencionada en la acusación como una de las personas que, según los fiscales, habrían sido coaccionadas por Combs para mantener relaciones sexuales. A lo largo del proceso judicial fue referida como "Víctima-3". Sin embargo, Huynh no testificó durante el juicio, y su retiro del caso no fue explicado públicamente.

En su carta, presentada por los abogados defensores, Huynh se dirigió al juez Arun Subramanian, encargado del caso, para apoyar la solicitud de libertad bajo fianza del magnate musical. En ella, describió a Combs como un "hombre de familia" y aseguró que, a su juicio, cumpliría con todas las condiciones impuestas en caso de ser liberado.

"Nuestra relación, como muchas otras, no fue perfecta. Pasamos por altibajos y ambos cometimos errores" escribió Huynh. “Pero él estaba dispuesto a reconocerlos y a tomar mejores decisiones en el futuro. Con el tiempo, hizo un esfuerzo visible por convertirse en una mejor persona y reparar el daño que había causado”.

Combs, también conocido como Puff Daddy y Diddy, ha negado rotundamente todas las acusaciones de tráfico sexual desde el inicio del proceso, insistiendo en que todas sus relaciones fueron completamente consensuadas.

El mes pasado, tras un juicio de ocho semanas celebrado en el Tribunal Federal del Distrito Sur de Nueva York, un jurado lo absolvió de los cargos más graves: tráfico sexual y conspiración para cometer crimen organizado. Sin embargo, fue declarado culpable de dos delitos menores relacionados con el transporte de personas para ejercer la prostitución. Estos cargos están vinculados a los llamados "freak-offs", encuentros sexuales de naturaleza voyeurista, y "noches de hotel" en las que participaban Combs, sus parejas sentimentales y acompañantes masculinos contratados. Cada delito conlleva una pena máxima de hasta 10 años de prisión.

Pese a los intentos de la defensa por obtener su liberación bajo fianza, el juez Subramanian ordenó que Combs permaneciera en prisión hasta que se dicte sentencia. En una decisión de dos páginas, el magistrado concluyó que “aumentar el monto de la fianza o añadir condiciones adicionales no altera el análisis, dadas las circunstancias del caso y la carga sustancial de las pruebas contra el acusado”.

El juez también señaló que, durante el juicio, la defensa reconoció episodios de violencia en las relaciones personales de Combs, violencia que —según indicó— ocurrió “a puertas cerradas”, un factor clave para justificar la negativa a concederle la libertad provisional.

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