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LA TRAMA MÁS ODIADA DE LA SERIE AÚN GENERA POLÉMICA

Así fue cómo Friends llevó a cabo su peor idea: Rachel y Joey

Todas las series de televisión, incluso esas que atesoras en tu Olimpo particular, tienen malas tramas. Las tienen incluso terribles, y recordadas por ello. Una de las más representativas pertenece precisamente a la telecomedia más generacional y recordada: 'Friends'. ¿Tú también odiaste el romance entre Joey y Rachel? Esta es su historia, y así lo ven hoy los fans.

-Jennifer Aniston como Rachel Green en 'Friends'

Jennifer Aniston como Rachel Green en 'Friends'NBC

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Hasta la mejor serie de televisión de la historia tiene una trama que todo el mundo odia. Recordemos el romance entre Carrie y Brody en 'Homeland'; en 'The Good Wife', la aparición del marido de Kalinda o la carrera política de Alicia; la revelación final de 'Cómo conocí a vuestra madre'; los giros místicos y virginales de Scully en 'Expediente X'…

En ciertos casos, las ficciones hacen lo que los expertos anglosajones denominan "saltar el tiburón", que procede de 'Happy Days', una 'sitcom' de los 70 que hizo a su protagonista literalmente saltar sobre un tiburón para darle interés al argumento. Saltar el tiburón son esas ideas locas que tienen los guionistas para epatar a los espectadores, y que salen mal. Y si hay un ejemplo memorable, es sin duda el de la telecomedia más famosa y generacional, 'Friends': el idilio de Joey y Rachel.

Como bien sabes, 'Friends' también es conocida por consagrar otra de las grandes tretas de los creadores, la tensión sexual no resuelta. Es decir, ese romance que nunca termina de culminar y que mantiene a los espectadores entregados durante muchas temporadas. Y la de la 'sitcom' por excelencia era la de Ross y Rachel.

Estemos de acuerdo o no con que sea una pareja a la que realmente mereciera la pena apoyar, lo indudable es que es una de las más icónicas de la televisión. Hoy está tan sometida a cuestionamiento, sobre todo el personaje de Ross, un celoso casi compulsivo con claras dificultades para entender (siquiera escuchar) a las mujeres, que mucho reivindican el breve flechazo de Rachel por el amigo bobo de la pandilla. Pero, ¿a quién se le ocurrió que esto pudiera funcionar? ¿Y por qué es este amor tan improbable?

Decididos a jugar con fuego

Lo cierto es que los creadores de 'Friends', Marta Kauffman y David Crane, eran totalmente conscientes de que la trama podría ser un fracaso, y de que iban a cabrear a muchos fans, pero a esas alturas de la película (de la serie, mejor dicho) eran capaces de cualquier cosa, tanto por el éxito de la ficción como por las ganas de probar cosas nuevas.

Así lo cuenta la periodista Kelsey Miller en su libro 'I'll Be There For You'. Fue en la tercera temporada cuando plantearon que Joey se enamoraría de Rachel, y todo el equipo, Matt LeBlanc el primero, mostraron su desagrado, ya que para el personaje había sido muy difícil crear una relación fraternal con las chicas, teniendo en cuenta su costumbre de ligar con cualquiera con la que se cruzara. Pero se arriesgaron, confiaron en que añadiría nuevas capas, y no podemos decir que se equivocaran.

La trama de Joey enamorado nos descubrió facetas del personaje que no habíamos visto antes, como la vulnerabilidad, e incluso el respeto más absoluto a Rachel y a la amistad que ambos llevaban tiempo construyendo. De hecho, 2002 fue el primer año en que Matt LeBlanc se coló entre los nominados al Emmy, y repitió hasta el desenlace de la serie.

Lo que pocos esperaban es que Rachel le correspondiera, lo que sucedió al final de la novena temporada. Durante unos meses parecía que esa entrega sería la última, pero cuando se anunció la no muy bien recibida renovación, Kauffman y Crane se toparon con un obstáculo: debían idear algo para mantener separados a Rachel y Ross durante 18 capítulos más. Decidieron jugar con fuego: Joey le pide matrimonio por equivocación a Rachel después de que dé a luz y Ross descubre todo el pastel.

La perspectiva que nos ha dado el tiempo

La realidad es que los dos productores sabían que aquella trama no iba a prosperar, no como historia, sino en el tiempo: Ross y Rachel tenían que acabar juntos. De hecho, Jennifer Aniston quiso que quedara claro que aquello solo sería una confusión divertida, no una trama seria que hiciera a la ficción cambiar de rumbo.

Sirvió para que la décima temporada tratara otros temas (aunque el conflicto entre el amor y la amistad ya se abordó a través de la ex novia de Joey que se lía con Chandler), y como detonante para que la pareja estelar de la telecomedia comenzara a acercarse de nuevo. También fue una iniciativa, como comentábamos, para mostrarnos el reverso responsable e incluso triste de Joey, que consiguió más entidad (también LeBlanc en el reparto) y, recordemos, fue finalmente el elegido para liderar el fallido 'spin-off' de la serie.

Hoy, casi 20 años después de aquel giro loco de 'Friends', el romance entre Joey y Rachel sigue formando parte de esas tramas seriéfilas, esos saltos del tiburón, que todos odian. Aun así, el tiempo nos ha dado una nueva perspectiva a través de la que ver la comedia, y así como hay muchos jóvenes espectadores que señalan sus momentos machistas, racistas y homófobos, también hay quienes no ven con tan malos ojos este idilio inesperado.

¿Por qué? Si lo piensas bien, lo que en su día hizo improbable que Joey y Rachel llegaran a buen puerto, su amistad, es ahora un motivo para la esperanza. Al contrario que Ross, que representa el lado más tóxico de la pareja, Joey respeta a Rachel de manera más sana, la conoce como una amiga, y eso son indicios de que podría haber sido mejor novio. ¿Cómo sería hoy el mundo si hubiera sido así?

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