DIOSTUITERO
Carta antes de morir
Me llamo Jesucristo, el viernes me van a matar. Y ocurre todos los años. Creo que lo hacéis por las vacaciones.
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Nazco: vacaciones. Me matan: vacaciones. Empiezo a pensar que lo único que os importa son las vacaciones.
He bajado a la Tierra para salvar a la humanidad de la ira de mi Padre, que soy yo mismo. Lo sé, no es fácil de entender.
Y todo porque comisteis una manzana. Si llegáis a comer tres platos y postre, no sé qué habría pasado.
Mi Padre es todo amor pero a veces se enfada y envía plagas, asesina bebés primogénitos egipcios y todo eso. Es buen tipo, pero tiene algunos problemas con el control de las emociones. Hemos pensado en pagarle un psicólogo, pero al ser tres personas nos cuesta una pasta. Con las 30 monedas de Judas no nos llega, ojalá hubiese aprendido a multiplicar dinero en lugar de panes y peces.
El viernes voy a dar la vida por el género humano, pero tiene truco, porque resucito. Si solo tuviese una vida, no la iba a gastar con vosotros, no merecéis tanto la pena. Por mucho que os creáis, no sois el centro del universo. Ni siquiera del sistema solar.
La verdad es que no os entiendo: crucificásteis al único tipo que convertía el agua en vino. ¡Qué tontos! Os hice de barro, no os puedo pedir mucho más.
Fíjate si no os enteráis de nada que, después de que fueran los romanos quienes me asesinaran, vais y ponéis la sede de mi empresa en Roma. ¡Qué falta de sensibilidad!
Que a lo mejor lo hicisteis como venganza por haber intentado exterminarlos cuando el Diluvio, puede ser.
Os dejo, que tengo que preparar la Cena. Mis amigos la han llamado "Última", no sé, me da mala espina.
Si el domingo veis este anuncio, es mío:
"Vendo sepulcro seminuevo. Casi sin usar. Motivo: resurrección."
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