@DIOSTUITERO
La Cruzada de los Niños: ¿Realidad o leyenda?
Diostuitero nos cuento uno de los mayores misterios de la Edad Media y nos desevela cuánto hay de verdad en la llamada "Cruzada de los Niños".
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Realidad o leyenda, la Cruzada de los Niños es uno de los mayores misterios de la Edad Media.
Os cuento esta extraña historia. Al parecer un buen día un niño recibió la visita de Jesucristo, el cual le entregó unas cartas que debía llevar al rey de Francia para convencerle de que organizase una cruzada. Por qué no fue Jesucristo en persona a dárselas al rey de Francia no se sabe, a lo mejor era republicano o estaba liado.
El rey de Francia no hizo ningún caso a ese niño que venía con correo urgente de Jesucristo y entonces es cuando Jesucristo se olvida del monarca, se aparece por segunda vez al menor y le dice que encabece él mismo la cruzada.
El niño se pone en marcha y, ojo, que aparece otro menor alemán diciendo que a él también se le ha aparecido Jesucristo con la misma historia. Entre los dos reúnen un ejército de 20.000 o 30.000 chavales que se dirige a recuperar Jerusalén arrasando con toda la comida de los pueblos por los que pasaban y disparando el nivel de absentismo escolar.
Aún así más de la mitad de los niños deserta y otros muchos mueren de hambre, llegando a Niza una comitiva de unos 2000 menores y 200 adultos.
Jesús les había prometido que el mar se abriría a su paso, como cuando Moisés, pero a pesar de tirarse los chavales dos semanas rezando desde que salía el sol hasta el ocaso no ocurrió nada.
Dos mercaderes les ofrecen entonces siete barcos para cruzar el mar hasta Tierra Santa. Los niños suben a bordo de los barcos y zarpan. En Cerdeña se hunden dos barcos. Los otros cinco llegan a Alejandría, en Egipto, donde los 2000 niños son vendidos como esclavos por los dos mercaderes. Fin de la cruzada y de Jesucristo y sus cartas nunca más se supo.
En realidad todo esto no ocurrió así, sino que es una historia basada en los movimientos de vagabundos y gentes de todo tipo procedentes de Francia y Alemania conocidos condescendientemente como "pueri" (niños), que deambulaban por Europa en el siglo XIII en una mezcla de buscarse la vida y misión religiosa. A este fenómeno algunos señalan también como el origen de la leyenda alemana de El Flautista de Hamelin, que recogieron luego en su cuento los hermanos Grimm.
La que lió Jesucristo por no querer ir en persona a ver al rey de Francia
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