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VACILAN A ESPERANZA AGUIRRE O SE CUELAN EN LOS ACTOS DE PODEMOS

Curas que votan a Podemos o feministas que adoran a Esperanza Aguirre: ¿Quiénes son Homo Velamine?

Entrevistamos a los miembros de Homo Velamine, cuyas acciones no dejan indiferente a nadie. Se han hecho pasar por hípsters del PP, feministas fans de Esperanza Aguirre o 'cleroflautas' curas de Podemos. Y sólo ellos saben cuál será su siguiente acto.

-Cleroflautas votantes de Podemos, intervención

Cleroflautas votantes de Podemos, intervenciónHomo Velamine

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El 21 de diciembre de 2015, a la mañana siguiente de la victoria del Partido Popular en las elecciones generales, las decenas de miles de lectores de la edición digital del diario francés 'Liberation' se desayunaron con una singular imagen en portada. Dos jóvenes de aspecto impoluto celebraban la victoria del partido conservador portando unas singulares pancartas que rezaban "Hípsters con Rajoy" y "Menos Podemos y más Torreznos".

Aquella fue, en todos los sentidos, la más popular de las acciones del colectivo madrileño Homo Velamine, un grupo con base en Madrid surgido de las páginas de una revista del mismo nombre. Pero no era la primera.

Una acción de Homo Velamine
Una acción de Homo Velamine | Homo Velamine

Poco antes habían cortado la Gran Vía de Madrid para pedir "la vuelta del mundo antiguo", con uno de los miembros disfrazado de caballo para revivir la escena del filme 'El último caballo', dirigida por Edgar Neville y protagonizada por Fernando Fernán Gómez. Y tiempo atrás, habían plagado los coches del barrio de Malasaña de pegatinas que rezaban "cuatro ruedas sí, dos ruedas no", en una campaña a favor del coche privado y en contra de las bicicletas.

Feministas con Esperanza Aguirre (FEA)

Algunos de los momentos más hilarantes del colectivo vendrían después. Se hicieron pasar por un grupo llamado 'Feministas con Esperanza Aguirre (FEA)' para fotografiarse con la exlideresa del PP madrileño. Y los medios de todo el país los entrevistaron cuando, a la puerta del segundo congreso de Vistalegre de Podemos, se plantaron en la entrada caracterizados de religiosos para lanzar proclamas como "España necesita un clero podemita" o "Pablo, amigo, Dios está contigo".

Geniales para algunos, desconcertantes e incluso irritantes para otros, hay algo fascinante en las acciones y el espíritu de Homo Velamine. Se trata de esa delgada línea roja que separa la sátira de la protesta. La mofa en forma de 'performance' callejera de la denuncia mordaz e implacable.

Una línea que nadie sabe muy bien dónde situar, y que provoca que los que presencian sus actos o leen sobre ellos se sientan confusos, contrariados e incómodos, al tiempo que se ven obligados a hacerse preguntas sobre la verdadera intención que esconden. Y generar eso, en los tiempos que corren, tiene un mérito indudable.

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Desde su cuartel general, ubicado en algún lugar de Madrid, los cinco integrantes de Homo Velamine contestan a las preguntas de Tribus Ocultas.

- Os definís como ultrarracionalistas. ¿En qué consiste exactamente?

Un ultrarracionalista es alguien que no se deja engañar. Se caracteriza por usar exclusivamente la razón en sus decisiones, sin que sobre ella interfieran las pasiones y los anhelos. Puede parecer sencillo, pero no es nada frecuente. Por ejemplo, la gente apoya a Femen, porque su instinto le dice que representan a la gente y persiguen la igualdad. Pero luego protestan contra el muñeco de cera de Trump, a quien el Pueblo ha elegido democráticamente, lo que significa que están en contra de la voluntad popular. ¿Para qué apoyar algo que la mayoría de la gente no quiere que ocurra?

- ¿Cuántas veces os han preguntado si todo esto va en serio o es una broma que se os ha ido de las manos?

A veces, la gente nos toma a broma porque no pueden entender nuestras propuestas. Es natural: todo el mundo busca acomodar las novedades a su sistema de creencias, y si no encajan en él las desprecia o se ríe de ellas. Por eso, pedimos a cada persona que nos escuche sin prejuicios para darle una oportunidad a lo que decimos, y si tras ello sigue sin convencerse, entonces sí: que las escupan con fuerza fuera de sí.

Hípsters peperos, curas podemitas, feministas pro Espe… ¿De qué acto estáis más orgullosos?

Sin duda, del día que nos encadenamos a la sede del PSOE en Mérida para defender a Nespresso Sánchez.

Homo Velamine con Esperanza Aguirre
Homo Velamine con Esperanza Aguirre | Homo Velamine

Vuestras caras empiezan a ser conocidas. ¿Se os acaba el chollo de pasar desapercibidos en futuros actos ultrarracionalistas?

En absoluto, cada día más y más gente quiere formar parte de nuestro colectivo y participar en los actos. Cualquiera que esté comprometido con la ultrarrazón puede unirse.

¿Por algún motivo habéis descartado alguna acción que tuvierais planeada?

Hace tiempo que queremos liberar a la infancia de los productos culturales tan sumamente pueriles que les ofrecen. Para ello, queremos proyectar un ciclo de películas pornográficas en colegios, pero estamos teniendo problemas para obtener los derechos de autor.

Una de vuestras últimas campañas ha sido defender a ultranza la música de Camela. Convencednos del porqué

Nos gusta Camela porque representa la voz del pueblo. Ahí reside precisamente la clave de su éxito: no es un grupo prefabricado que haya llegado a la fama por el auspicio de una gran discográfica, sino que sus cintas se vendieron en mercadillos y pasaron de mano en mano. Tampoco suenan en las grandes cadenas de radio o televisión, sino en los autos de choque, lugar que el Pueblo elige para divertirse. Por ello, aquellos lectores que quieran entender al Pueblo encontrarán una buena forma de hacerlo escuchando a Camela e integrándose entre sus fans.

Siguiendo con Femen, por ejemplo, dudamos que sus integrantes hayan escuchado a Camela, y de ahí su error de tiro. Sin ir más lejos, 'Se acabó el tener dueño', la única canción de Camela que habla de violencia de género, ha empoderado sin duda a muchas más mujeres y frenado los impulsos violentos de muchos más hombres que todas las acciones de Femen juntas. Ello es porque Camela es el mejor medio para llegar a los responsables y víctimas de este problema, mientras que Femen solo representa a una élite.

Reivindicáis la bandera española e incluso habéis defendido públicamente la propuesta de erigir una estatua en Madrid al gol de Iniesta en el Mundial. ¿El ultrarracionalismo es patriota?

Si por patriota entendemos arriesgarnos y trabajar por nuestro país, desde luego. Amamos España y Andorra. Y tratamos de ser consecuentes con nuestra filia, sus símbolos y sus héroes. Iniesta representa esto último. Su gol nos unió, fue la genuina sonrisa de un país. Qué menos que reclamar la inmortalidad de ese momento histórico.

En vuestra web pedís abiertamente a la gente que os dé dinero para vuestra financiación. ¿Cuánto habéis conseguido hasta ahora? ¿Creéis que Homo Velamine os dará de comer en algún momento?

Efectivamente, todo aquel que lo desee puede subscribirse para recibir nuestras publicaciones en papel en su hogar. Contamos con un surtido núcleo de subscriptores, y estamos en negociaciones con Santiago Calatrava para que diseñe los cuarteles generales de la organización.

¿Habéis pensado presentados a las elecciones? ¿Cómo sería un programa de gobierno ultrarracionalista?

(Ríen) No, no está entre nuestros planes. La verdad es que no creemos que el pueblo aceptase nuestras propuestas, pero podríamos tener oportunidades de ganar copiando las campañas de comunicación de los grandes. “Con un poco de azúcar, la píldora que os dan pasará mejor”, como dice Mary Poppins. Nos haríamos fotos en autopistas, comiendo jamón en una tasca de barrio o con la camiseta del equipo más goleador de la temporada. No hace falta mucho más para asegurarse una victoria.

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