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Hace unos días un señor mayor que escribe novelas dijo

Debe ser muy duro ser hombre

Hace unos días un señor mayor que escribe novelas dijo, refiriéndose a las cuotas paritarias para que las mujeres tengan las mismas opciones que los hombres en publicar lo que escriben, ya que los hombres publican el doble de libros que las mujeres. “Vaya tontería. El único criterio aceptable es el de la CALIDAD. Nada sería tan ofensivo y discriminatorio para las mujeres que ser invitadas a las conferencias como bultos o número a fin de llenar un cupo aritmético que fingirá respetar la equidad”.

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Nadie le llamó viejo que pollea, probablemente porque no existe ni el término y solo la edad hace que te vuelvas gagá y pierdas la razón de tus argumentos porque chocheas si eres mujer, en ellos la edad denota sabiduría y conocimiento.

A las pruebas me remito para afirmar que obviamente no. Que este señor mayor señale la calidad como medidor de lo que se debe publicar obviando que son otros señores, oh, casualidad, los que dictaminan qué tiene calidad y qué no pues muy justo no es.

Y, sinceramente, las obras de algunos reputados escritores no tienen nada que no tengan las de algunas grandes escritoras. Escritoras, que por cierto, nunca vi en las listas de lecturas recomendadas en mi instituto cuya media era ocho novelas escritas por hombres, una escrita por una mujer, no vagase a creer yo en mi adolescencia que las mujeres escribían como norma no como excepción.

Cosa que debe creer el señor mayor porque no se plantea si quiera que las mujeres escriben, algunas bien, algunas mal, exactamente igual que ellos pero ellos no están haciendo bulto ni aportando cifras, ellos están porque TODOS escriben con calidad. TODOS valen. Suena carcajada.

Debe ser muy duro ser hombre, porque:

-Debe ser muy duro creer que todo lo sabes, que con todo puedes, que eres lo mejor y luego ver que no, que eres un mediocre, como la gran parte de la humanidad, con ínfulas de grandeza y que teniendo todo el tiempo del mundo mundial para destacar en tu trabajo, ya que todas las mujeres que te rodean se ocupan del cuidado y el abastecimiento para que tú, oh, hombre, crees, no llegas más que las mujeres que lo hacen sacando tiempo de donde no tienen.

-Debe ser muy duro creer que todo lo que haces y dices tiene valor y que sabes más. Rebecca Solnit lo explica estupendamente en su libro 'Los hombres me explican cosas'.

-Debe ser muy duro pensar que “ese cómo va a violar si no lo necesita con lo guapo que es y lo que liga” viviendo en un mundo paralelo de fantasía e ilusión en donde se viola por necesidad no como como herramienta de control y poder. Hay un documental, titulado 'The hunting ground', en donde se muestran las violencias sexuales en las universidades americanas y en donde se trata el tema, muy pocas veces visibilizado, de estudiantes varones violados por otros estudiantes varones, el capitán del equipo de deporte de turno, generalmente, como acto de humillación y poder.

-Debe ser muy duro sentir que si no ligas es porque las mujeres son unas brujas porque pasan de ti y eso que las tratas bien, negando que tengas alguna responsabilidad como ser social en tu relación con los demás.

-Debe ser muy duro decir que la palabra de la mujer te arruina la vida y luego ver que ni con imágenes se nos cree. Celia Amorós lo narra muy bien en su libro Salomón no era sabio. Salomón le da el niño a la mujer que reconoce que mintió, que dice que el niño no es suyo aunque en un principio dijera que sí, que es de la otra, que ha mentido, que no lo corte por la mitad y se lo de a la verdadera madre creando así el mito, repetido incansablemente hasta darlo como norma o peor como biológico, de que la mujer por naturaleza miente.

-Debe ser muy duro querer una custodia compartida cuando ni sabes cómo se llaman los/as amigos/as de la criatura, cuando tuvo piojos, la última vacuna, cuándo le toca gimnasia, si tiene calcetines de su talla y el nombre de su profesora, pediatra y juguete favorito.

-Debe ser muy duro no tener que cambiar de acera cuando ves un grupo de chicas por no tener que aguantar sus berridos de lobas en celo y comentarios obscenos sobre tu cuerpo al ser considerado un cuerpo con un palo terso.

¿Quiere esto decir que los hombres son malos y las mujeres mujeres? No. De hecho, el patriarcado y la cultura machista no va de buenos, malos, buenas, malas.

Va de desigualdades, jerarquías de mando, abusos y privilegios, por lo que un hombre “bueno”, es decir, que no pegue, asesine, acose,viole a las mujeres (¿llegar al mínimo de civismo debería ser considerado bueno y no algo que se da por hecho?) puede tener conductas y actitudes machistas y una mujer “mala”, es decir que abuse, manipule, veje a los hombres no se libra de sufrir el machismo ni se salva de la violencia de género.

¿Quiere esto decir que no hay hombres, buenos o malos, que sufren violencias de mujeres? No. La gran mayoría de los hombres sufren violencias de otros hombres o por ellos mismos debido a la masculinidad hegemónica que les forma en las sociedades patriarcales que les dicen que tiene que ser muy machotes y ser muy machotes es correr mucho con el coche o moto, practicar deportes de riesgo, beber mucho alcohol y con cuantas más tías mejor porque vuestro apetito sexual es constante e infinito.

Hay hombres que sufren violencias por parte de mujeres pero no se ve socialmente como lo normal ni se les tilda de exagerados y/o histéricos y no solo porque la violencia en la mujer esté socialmente mucho más castigada que en el hombre, recordemos que la violencia es una parte esencial de la construcción de la masculinidad hegemónica patriarcal, sino porque son casos aislados, concretos, excepciones y la violencia de los hombres contra las mujeres son sistémicas y estructurales (más 1000 mujeres asesinadas a manid de sus parejas o ex parejas hombres en 15 años).

No le quito importancia simplemente señalo, que una vez más, el tamaño importa. El hombre es un lobo para el hombre dijo Hobbes y ya os digo yo que ese hombre aquí está bien usado aunque matizaría el hombre, educado en una sociedad patriarcal, es una amenaza para las mujeres, los otros hombres y para sí mismo. Sé feminista, salva al mundo.

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