REINO UNIDO
"Dejé mi carrera de derecho para convertirme en culturista de bikini a tiempo completo"
Mel Wilkinson, de 28 años, solía estudiar en la biblioteca, pero ahora dedica cinco días a la semana a hacer ejercicio durante tres horas seguidas, después de abandonar su carrera de derecho en un intento por volverse una profesional del culturismo.
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Una estudiante de derecho decidió que ya había tenido suficiente de estudiar, así que cambió la biblioteca por el gimnasio y ahora está entrenando para ser una fisicoculturista profesional de tiempo completo.
Mel Wilkinson, de 28 años, estaba tratando de convertirse en abogado, pero ahora dedica cinco días a la semana a hacer ejercicio durante tres horas seguidas en el gimnasio.
Abandonó su curso después de su primer año en la Universidad de la ciudad de Birmingham y desde entonces ha gastado miles de euros para participar en competiciones de aficionados en Gran Bretaña.
Mel ahora tendrá la oportunidad de convertirse en profesional cuando compita en la Federación Internacional de Fitness y Culturismo (IFBB) en Portugal.
Mel, que mide 1.55 centimetro y pesa 52 kg, actualmente consume menos de mil calorías por día y levanta pesas de 200 kg en preparación para los espectáculos.
Ella estima que ha gastado alrededor de 5.000 euros persiguiendo su pasión, incluidos 900 euros en bikinis y miles en hoteles, tratamientos de belleza y cabello.
Mel, de Worcester, dijo: "Quería ser abogada y estaba estudiando para obtener mi título de abogado y siempre pensé que iba a hacer mi acondicionamiento físico aparte"
"Pero realmente comencé a ponerme en forma alrededor de los 17/18 y antes de darme cuenta estaba viviendo el estilo de vida de un culturista en bikini", ha explicado.
"Antes de eso no era particularmente saludable, era una estudiante típica que salía todo el tiempo", ha dicho sobre su vida antes del culturismo.
"Pero pronto me di cuenta de que mi verdadera pasión era el fitness y dejé la universidad para seguir ese sueño y me metí en el culturismo y la nutrición"., cuenta Mel.
"No fue hasta el confinamiento que empecé a entrenar para competir e hice un par de shows durante la pandemia. Desde entonces, he hecho otros nueve en todo el país y ahora, si gano su competencia, técnicamente puedo llamarme profesional", ha dicho.
Mel, extrabajador de una tienda, cree que la profesión todavía tenía ciertos estigmas a pesar de la disciplina, el entrenamiento y la dedicación que requiere el culturismo.
Ella dijo: "La gente también piensa que es solo un concurso de belleza y que es fácil y solo te pones un bikini".
"Pero se necesita mucho trabajo duro, pero la gente piensa que es algo que cualquiera puede hacer, pero tienes que sentir pasión por ello", ha sentenciado.
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