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Demasiado para Marie Kondo: la reina del orden se rinde

Marie Konde se rinde, ya no ordena sus armarios y asegura que es imposible tener la casa ordenada con tres hijos.

Marie Kondo

Marie KondoGetty Images

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A mí no me ha sorprendido la noticia de la semana de Marie Kondo. En una entrevista publicada en Estados Unidos afirma haber tirado la toalla en lo que se refiere a mantener la casa en orden. La autora de 'La magia del orden' y 'La felicidad después del orden' ha declarado que tras tener tres hijos, el tema del orden es imposible.

Este medio digital ha tenido acceso al borrador descartado del libro que ya no va a publicar 'El Orden : pilar básico de tu salud mental' rechazado por su editorial.

A continuación publicamos un extracto del manuscrito inédito :

Es importante asegurarte de que todo está en orden en tu casa antes de empezar el día, organizando un ritual sanador que yo llamo El Protocolo del Bienestar Mental.

Lo primero es hacer la cama. Una cama hecha es el primer paso para un día organizado y una primera tarea completada, un paso imprescindible hacia la calma.

Lo segundo es despertar a esos tres fieras que tienes en casa, luchar para que se quiten el pijama, asegurarte de que hagan pis, recoger el rollo de papel higiénico que la pequeña acaba de desenrollar en un 75%, recoger el Lego que se ha puesto a montar el del medio mientras enrollabas el rollo, preparar un desayuno – leche, cereales y vía que no llegamos al colegio - , lavar los dientes, asegurarte de que todo esté en las mochilas, bajar al coche, llevarlos al colegio, hacer la compra y preparar una comida saludable.

Una vez terminado este segundo paso , a las 12:10 comienza el tercero. El tercer paso consiste en lavar toda la ropa que han ensuciado ayer que por alguna razón entre pijamas, sábanas, ropa del cole y toallas llena ya una lavadora y media (quizás no deberías haber comprado esa lavadora pequeña tan cuqui que encajaba tan bien con tu cocina), recoger los juguetes, barrer los cereales y los pelos , intentar fregar a trocitos porque tienes que lidiar con una discusión en el grupo de whatsapp de padres del colegio porque alguien ha dicho que para la excursión de Mayo no se puede llevar merienda, lo que te recuerda que se te ha olvidado pillar queso para los bocadillos de la merienda, sacar la ropa de la secadora, doblarla, colocar tres piezas y ya es la hora de ir a buscar a los niños. A comer, a recoger los platos, a fregar, a secar, a preparar las meriendas, de vuelta al coche, la

mayor y la mediana a piscina y la pequeña espera conmigo en el parque, a recoger a la pequeña del suelo porque se ha caído, ponerle una tirita, se acaba la piscina, merendamos en el banquito delante del polideportivo, vuelta a casa, la mayor tiene deberes de inglés, la pequeña se ha puesto a patinar por el pasillo y ha tirado una estantería minimalista que habías comprado por internet en una tienda de minimalismo sueco, las duchas (sin pelo, hoy de relax) pijamas, ropa a la lavadora y vuelta a preparar la cena, se van metiendo en cama mientras meto los platos en el fregadero, lectura de cuentos, se duermen y a fregar, a preparar la ropa de mañana y entonces empieza el cuarto paso.

El cuarto paso consiste en llenarte una copa de balón de whisky o coñac y llorar mientras pateas tus copias de los libros de orden que tienes y lloras delante de un espejo llamándote mentirosa y maldita impostera ahora qué qué pasa con tanto orden.

Repetir de lunes a viernes, y los fines de semana saltar el segundo paso por…

No se ha recuperado más de esta obra inacabada.

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