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Entrevista a un coach navideño

Entrevista a un coach navideño

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Estamos en mitad de ese desierto, esa tierra de nadie que es la semana entre nochebuena y nochevieja. Algunos encaran el último tramo de la Navidad con confianza y decisión tras una exitosa cena familiar del día 24, y quién sabe si incluso algún reintegro previamente en el gordo de la lotería o un regalito de Papa Noel. Pero otros, muchos, han pinchado ya entre atracones de polvorones, comidas familiares y masificaciones en las calles comerciales buscando un regalo de Reyes que no llega a materializarse. Hoy en Lío Pardo nos acompaña Domingo, un coach especializado en estas fiestas que nos ayudará a llevar de la manera más exitosa posible este trance obligatorio. Gerardo: Buenos días, Domingo. Domingo: Qué pasa, ¿bro? –Domingo, unos 45 años, metro ochenta de altura, pelo rubio engominado, bronceado David Meca, con pantalón verde y jersey rojo con dibujos de renos, me extiende la mano y, cuando voy a apretarla, choca su palma contra la mía, para a continuación lanzar su pulgar hacia atrás mientras lanza un silbido. Me recuerda al saludo del príncipe de Bel Air. Gerardo: Ehmm… hola, encantado de que nos visite en Lío Pardo. Domingo: Para eso estamos, crack. –Me golpea el hombro sonriente y le pido que nos sentemos. Gerardo: Bien, gracias. Domingo, ¿qué debemos tener claro? ¿Cuáles son tus consejos para que afrontemos esta maratón que es la Navidad? ¿Qué recomiendas? Domingo: Lo primero que tenemos que tener claro, siempre se lo digo a mis clientes, es saber qué estamos celebrando. Y estamos celebrando varias cosas, pero la principal es el nacimiento del Yisus. Gerardo: ¿El Yisus? ¿Te refieres al niño Jesús? Domingo: Ahí te quiero ver, controlando, máquina. –Levanta su pulgar y su meñique y agita su muñeca mirándome. Gerardo: Ehmmm… Gracias. Domingo: Bien. Como te decía, celebramos el nacimiento del Yisus. ¿Y quién es el Yisus? Pues el puto amo de la Historia. A ver, te pregunto, ¿Hitler, Gandhi o Kennedy tienen una era que cuente los años a partir de que nacieron? Gerardo: (Niego con la cabeza) Domingo: Dime, ¿lo tienen? –Me ha visto mover la cabeza pero quiere que lo diga. Gerardo: No, no la tienen. Domingo: Ahí está, crack, no la tienen. Gente tan puntera como Hitler, Gandhi o Kennedy le comen los huevos. El Yisus es el fucking amo de la historia que nació en un portal en plan ahí súper humilde y tal y súper crack al mismo tiempo, y eso es lo que celebramos, esa es la movida, y eso hay que tenerlo claro desde prácticamente el veinti pocos de diciembre, hasta casi el diez de enero. Si no tienes claro esto, estás muerto, do you know, man?Gerardo: Ehmmm…  Sí, el concepto del origen de la celebración lo entiendo, pero ¿cómo hacemos para sobrellevar esas cenas familiares, esas comidas de empresa, ese consumismo, esos excesos…? Domingo: Cuando vas a la playa en diciembre, ¿cómo te metes al agua, poco a poco o del tirón? Gerardo: No voy a la playa en diciembre. Domingo: Bien. Pues quienes sí vamos a la playa en diciembre, porque pensamos que la vida está para vivirla, para exprimirla a tope, para chuparle hasta la última gota, para ser un bebedor de la vida, un drogadicto del estar vivo, para… Gerardo: Concrete, Domingo, por favor. Domingo: Yo me meto en el agua del tirón. Si vas a la playa es para bañarte, y si vienen las navidades es para remojarte bien en ella, a full, a muerte, a piñón, a hierro, a saco paco… Gerardo: Entiendo, pero no me ha respondido usted a mi pregunta. ¿Cómo sobrellevar… Domingo: Estando a todas. A la Navidad o le ganas o te gana. Comes o te comen, bro. La Navidad no sabe de empates, do you know, man? Las navidades hay que cogerlas por los cuernos. Una vez en un coaching para emprendedores de la industria navideña, les decía que su target era la gente feliz, los Pocholo Noel, los llamaba. Pocholo es feliz en Ibiza porque exprime esa puta isla como si fuera a hundirse al día siguiente. Bien. Tú serás feliz en Navidad si cuando es Nochebuena no crees que vayas a llegar vivo al día siguiente. Gerardo: Joder. Domingo: Es así, bro. O comes o te comen. Si hay que apostar al gordo de la lotería, mete toda la pasta que puedas, es lo que les recomiendo a mis clientes. Cuanta más pasta metas, mejor, más posibilidades de que te toque y de pegarte unas fiestas fetén. Y no lo digo yo como coach, lo dicen las matemáticas. Bien, siguiente paso. Cuando llegue nochebuena quiero que desfases, le digo a mis clientes.  Polvorones a full, villancicos  a todo trapo, chistes buenos preparados para la comida, con la familia a tope y luego, bueno, todo tipo de drogas si es lo que te motiva. Hay que echar el resto ahí, porque la nochebuena es una de las etapas grandes. Gerardo: Yo, permíteme que no recomiende desde aquí el tema de la droga. Domingo: ¿Eres coach o entrevistador? Si quieres me levanto, me voy y tú explicas lo que hay que hacer. Por mí bien, man, sin acritud. Gerardo: No, siga usted, Domingo, pero… Domingo: Sigo. Ha pasado la nochebuena y estás vivo. Es Navidad. Como decíamos, el Yisus, hijo de Dios, estaba ya onfire petándolo por Belén hace 2015 años y tú no vas a ser menos. Ibuprofeno y para adelante, como los de Alicante. Gerardo: Vamos a ir terminando la entrevista, así que le pido concreción. Domingo: Concreción. Pues agárrate que vienen curvas. Después de la Navidad, los inocentes. Hay quien no lo celebra pero es un error. O comes o te comen, recuerda. Gasta bromas a full, bro. Bromas pesadas, bromas medianas y bromas peso pluma. Lo que sea, pero bromas. A tope con la cope. Después del 28, la otra gran cita, bro: la Nochevieja. No te digo nada y te lo digo todo, no sé si me entiendes, crack. Gerardo: Sí, creo que le entiendo. Domingo: ¿Hace falta que te explique o no hace falta que te explique? Gerardo: No, ya me hago a la idea. Domingo: ¡Ahí está, bro! –me guiña un ojo, se pone en pie y me vuelve a chocar la mano de la misma manera que al comenzar la entrevista- Te vi pinta de crack desde el principio. Gerardo: Ehmm… Gracias. Domingo: La Nochevieja no es el final, es el principio, es mi lema. Cuando crees que todo ha acabado, queda una semana. Y vienen los Reyes Magos, que son tres máquinas, tres tíos top. Generosos como ellos solos. Una puta referencia moral, diría. ¿Es o no es? ¿Es o no es? Gerardo: Sí, sí, es. Domingo: Pues mira, ya acabo. Yo le digo a mis clientes, si te queda algo después de la lotería, de la Nochebuena, de la Navidad, de los inocentes y de la Nochevieja, tienes que echarlo aquí, echa el resto, que la vida son dos días y mañana te puede atropellar un camión, ¿sabes, man? ¿Eh? ¿Sabes? Gerardo: Si, sí, lo sé. Domingo: ¡Ahí ahí! –vuelve a obligarme a chocar la mano. Lo veo bastante sobrexcitado- “Todo a Reyes”, lo llamo yo. Si te queda algo de fuerza, los reyes son como la última mano del póker. A full con ello, ¿sabes? A darlo todo. Gerardo: Muchas gracias por los consejos, Domingo. Domingo: Y que vayan a comprar los regalos el 5 por la tarde. A tope ahí con toda la peña buena y generosa. Gerardo: Le agradezco los consejos, Domingo. Un saludo y muchas gracias. Domingo: Y luego a coger caramelos en la cabalgata. Con el paraguas vuelto ahí, que no se escape ni uno, a mis clientes siempre se lo digo. Gerardo: Gracias. Domingo: Hasta la última gota, o comes o te comen. Gerardo: Adiós.a gota, o comes o te comen. Gerardo: Adiós.

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