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@DIOSTUITERO

El increíble caso de la señora Hodges, el único caso oficial registrado de impacto de meteorito

La increíble historia e imágenes de una mujer a la que le cayó encima un meteorito en 1954.

Meteorito (archivo)

Meteorito (archivo)Pixabay

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Pandemia, Filomena, volcán...sé que ya solo falta el meteorito, y aunque la posibilidad de morir por uno de ellos es de 1 entre un millón seiscientos mil, también sé que estáis pendientes y que os hace ilusión. No hay más que ver que cada semana decenas de portales digitales anuncian el inminente impacto en la Tierra de uno de ellos ( que curiosamente al final toma otro desvío).

No seáis impacientes, que todo llega, y cuando menos te lo esperas; y si no, que se lo digan a la pobre señora Hodges, el único caso oficial registrado de una persona que haya sido impactada por un meteorito, una tarde que la buena mujer se estaba echando la siesta en su casa de Alabama.

Era el 30 de noviembre de 1954 y la buena mujer estaba soñando con los angelitos cuando fue despertada por un estruendo y un fuerte golpe en la cadera. Una roca negra del tamaño de un melón había entrado por el techo, destrozado su aparato de radio y rebotado contra ella.

En medio del humo, los escombros y dolorida por lo que afortunadamente no quedó más que en un hematoma, pero con un enorme susto en el cuerpo, ella y su madre, que también se encontraba en la casa pero ilesa, llamaron a la policía, que se presentó rauda y veloz junto a los bomberos.

Eran los tiempos de la Guerra Fría y en un primer momento los agentes se temieron que aquello fuera cosa de los rusos, pero no: le encargaron a un geólogo del gobierno que analizase la piedra y ¡bingo!: ¡meteorito!

Cundo el marido de la señora Hodges regresó a casa ese día de trabajar apenas pudo entrar de la cantidad de gente que había. La "pedrada" galáctica se había convertido ya en un fenómeno social. Hasta un helicóptero envió el gobierno para transportar la piedra.

De hecho, muchos vecinos habían visto en el cielo una bola de fuego, y la roca que chocó contra la señora Hodges, de 3,8 kg, resultó ser la mitad del meteorito, que se había partido durante su entrada en la atmósfera.

La otra mitad la encontró un vecino de la señora, mientras labraba, y la vendió por una pequeña fortuna.

En cuanto a la roca que impactó contra nuestra protagonista, hubo batalla legal, porque la señora Hodges y su marido eran inquilinos de una viuda, la cual reclamó la piedra al haber caído en su propiedad.

Pero la señora Hodges afirmaba que el meteorito era suyo: "Siento que es mío. Creo que Dios tuvo la intención de que fuera para mí. Después de todo, ¡fue a mí a quién golpeó."

La buena mujer ya se creía una elegida de Dios. Es más, el impacto, aunque no le causó secuelas físicas, sí le afectó psicológicamente y años más tarde sufrió un ataque de nervios y se separó de su marido. Los que la conocían decían que nunca fue la misma desde aquella siesta tan bruscamente interrumpida.

En cuando a la propiedad del pedrusco, se me olvidaba decir que el matrimonio consiguió que fuese suya, a cambio de una compensación de 500 dólares de la época a la viuda.

Un prestigioso museo les hizo una buena oferta por el meteorito, pero Eugene, el marido, cegado por la fama y la ambición, pensó que podría sacar mucho más dinero y la rechazó, al igual que otras ofertas de hasta 5000 dólares.

Al final la fama es efímera y otros sucesos vinieron a centrar la atención del gran público; la demanda por la piedra cayó en picado igual que lo había hecho la piedra desde el cielo y la parejita acabó donándola en 1956 al Museo de Historia Natural de Alabama, donde permanece hasta hoy.

Moraleja: si te cae un meteorito véndelo mientras sea Trending Topic.

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