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Cambió Asturias por Londres: La historia de Pelayo es la de muchos españoles

Ser español sin trabajo, emigrar a Londres para sobrevivir y de pronto toparte con la incertidumbre del Brexit

La historia de Pelayo es la de muchos españoles, que llegaron a Londres sin nada, cogiendo los peores trabajos, y después de unos años han conseguido ejercer la profesión para la que se han formado, y labrarse una carrera profesional con un sueldo impensable en España. Sin embargo, aun no saben si el Brexit puede dar al traste con su estabilidad.

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Pelayo González dejó su Oviedo natal con 31 años, cambió Asturias por Londres. Y desde entonces ha trabajado muy duro para salir adelante, pero por lo menos encontró trabajo nada más llegar, cosa que en España le fue imposible.

Empezó con contratos precarios, en negro y por debajo del sueldo mínimo, y en hostelería, cuando él es técnico medioambiental con un abanico de estudios, también un máster.

Sin embargo, después de algún tiempo en la gran ciudad descubrió que el lugar donde poder ejercer su profesión estaba en localidades más pequeñas, donde existen laboratorios especializados y con menos competitividad de candidatos.

Ahora Pelayo trabaja para el gobierno inglés, en la Agencia del Medioambiente, es el coordinador de un laboratorio. Está asentado y no tiene intención de regresar a España, pese a que eche de menos sus raíces.

No obstante, el Brexit ha inyectado una dosis de incertidumbre en él y en los españoles con los que se relaciona.

Pelayo nos explica que no poseen ningún tipo de información, y que esa situación les genera cierta ansiedad, porque durante estos cinco años ha tenido que trabajar muy duro para conseguir la posición que ha alcanzado, y si cambia su régimen legal tal vez podría ser despedido y tener que irse a probar suerte a otro país.

El Brexit ha “vendido” una imagen de la emigración que no se corresponde con la realidad, según Pelayo, las clases menos favorecidas y parados británicos de larga duración son más propensas a iniciar confrontaciones xenófobas con españoles, pues han asimilado que los migrantes son quienes están robando trabajo a los ingleses. Pelayo se ha visto envuelto en alguna discusión desagradable de este estilo.

Otro de los graves problemas que plantea el Brexit es que, si implica pedir visados temporales para todos los ciudadanos comunitarios, esto puede implicar mucho más papeleo y gastos para las empresas que les contratan.

Según Pelayo, pueden existir empresas que directamente rechacen la posibilidad de emplear a extranjeros (españoles) si la carga de trabajo administrativo y costes son superiores a lo que implicaría contratar a un inglés.

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