@DIOSTUITERO
Mis cinco inquisidores favoritos
Diostuitero nos cuenta las increíbles historias de sus cinco inquisidores favoritos.
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En la Iglesia hemos sido unos pioneros en eso de ir contra el que piensa distinto y, aunque hoy disfrutamos de grandes inquisidores en las redes, quiero traeros mi top 5 de los clásicos.
1. Fray Tomás de Torquemada ( 1420-1498)
Fue el primer Inquisidor General de Castilla y Aragón. Cosas buenas: era austero, buen administrador e insobornable. Cosas malas: quemaba libros, gente y expulsó a los judíos de España.
2. Alonso de Salazar y Frías ( 1564- 1636)
Este inquisidor era majete. Fue célebre su participación en el tribunal de la Inquisición española de Logroño que juzgó el caso de las brujas de Zugarramurdi en 1610. En la discusión de la sentencia y sobre todo en la posterior revisión del caso destacó por su oposición a dar credibilidad a las teorías sobre brujería. Su exhaustivo memorial enviado a la Suprema constituyó la base para que la jurisprudencia inquisitorial española fuera escéptica sobre la realidad de la brujería y que fuera muy reticente a aceptar las denuncias por ese tema.
3. Bernardo Gui ( 1261-1331)
Gui es uno de los personajes de la novela El nombre de la rosa de Umberto Eco, en la cual aparece como un individuo fanático, cruel y despótico que se opone ferozmente a los razonamientos lógicos. La fiabilidad histórica de esta descripción es cuestionable.
En sus ratos libres escribió una guía práctica para inquisidores muy utilizada en la Baja Edad Media, la "Práctica Inquisitionis haereticae pravitatis"
4. Roberto Belarmino (1542-1621)
Está claro que Roberto era de letras, porque se llevaba fatal con las ciencias. Belarmino fue uno de los siete cardenales del Santo Oficio que juzgaron a Giordano Bruno y que participaron en la reunión en que se le condenó a ser quemado vivo en la hoguera. Tampoco le gustaba la teoría heliocentrista de Copérnico y amonestó a Galileo.
En vista de todos estos numerosos méritos, la Iglesia lo hizo santo en 1930 y le nombró Doctor de la Iglesia en 1931.
5. Konrad Von Marburg ( 1180- 1233)
El Papá Inocencio III le pidió que realizase una cruzada contra los albigenses, una secta de simpáticos herejes que florecía en Europa occidental. Sus métodos fueron tan crueles que los propios obispos, espantados, pidieron su destitución. Fue asesinado y hoy mora a la diestra de Satán.
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