@CARLOSLANGA
Las 7 personas menos conocidas más influyentes de la historia
Seguro que nunca has oído hablar de estas personas pero fueron las más influyentes de la historia.
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Bostecitos: Nombre asignado a un homo ergaster que vivió hace 1’5 millones de años en el oeste del continente africano. Bostecitos fue el primer ser en propagar un bostezo que se lleva contagiando entre otros homínidos desde hace más de un millón de años. Bostecitos se lo pegó a un compañero de tribu y este a otro, de ahí a diferentes individuos de otros clanes y así hasta nuestros días. En realidad, todos nuestros bostezos provienen de un bostezo primigenio. *
Helena de Éfeso (520 a. C.): Fue la madre del Heráclito, filósofo conocido por la frase “no cruzarás dos veces el mismo río, porque ni tú ni el río seréis los mismos”. La madre de Heráclito, por su parte, fue la primera que se sacó de la manga lo de no meterse en el agua hasta dos horas después de comer. Una norma básica que tiene su origen en la Grecia clásica. Según algunos estudios la frase original en los primeros escritos de Heráclito decía así: “no cruzarás dos veces el mismo río, porque ni tú ni el río seréis los mismos, y sobre todo no te mojarás hasta haber hecho la digestión, que luego vienen los disgustos.”
Pablo, el Tinto (6 d. C.): Conocido de algunos discípulos de Jesús, solía frecuentar los mismo ambientes que estos, donde compartían charlas, copas y juergas. Durante una fiesta que se fue de las manos, Pablo el Tinto fue el que le dijo al Mesías que se estaban quedando sin vino y que tenía que hacer algo para que la peña no se fuera a casa. El resto ya lo conoces.
Plubio Horacio Tertullianus (65 d. C.) : Filósofo, político, orador y escritor romano conocido por su habilidad retorica, Tertullianus fue el creador y difusor de un arma del lenguaje imposible de ser contrarrestada por ningún contrincante dialéctico. Es la falacia conocida en lógica como et vos faciatis, que se traduciría como “Y tú qué”.
Segismundo el Breve (625) La primera persona que chupó la cabeza de una gamba y no se pudo resistir las ganas de decir a sus compañeros: “Eh, que esto es lo mejor de la gamba”. Este pionero gastronómico también fue el primero en comerse un caracol y presumir de ello; y además fue el que abrió el camino en el mundo de las setas. Pagó con la vida su atrevimiento. En su epitafio aparecía lo siguiente: “Las setas rojas con puntitos blancos están buenas pero tienen mala digestión, ojo”.
Hans, 30 cms, Müller (1880): Era carpintero en Viena y compañero de gimnasio de Sigmund Freud. Hans fue el que le inspiró al psicoanalista austriaco el concepto conocido como “envidia de pene”.
Juan García (1937): Fue el autor del célebre chiste del perro “Mis tetas”. En realidad, este ingeniero de caminos escribió una novela de corte realista con este argumento. Con apenas 22 años presentó un manuscrito de 1100 páginas a varias editoriales. Todas lo rechazaron por considerarlo demasiado intelectual. En las primeras versiones de la historia el perro se llamaba Puente Troncoencefálico. El clímax perdía fuerza con el famoso diálogo: “Agente, ¿ha visto Mi Puente Troncoencefálico?” “No, pero me gustaría verlo”. Sin embargo, un editor con olfato vio que ahí había una gran historia y sugirió al autor que redujera en 1099 páginas la novela y llamase “Mis Tetas” al cánido. Juan se negó en redondo, pero la historia de “Mis tetas” ya corría de boca en boca por el mundillo editorial, y de ahí al mundo.
*¿Al leer esto tú también has bostezado? Sigue la cadena.
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