Flooxer Now» Noticias

UN RELATO DE MARTA EME (@MARTAMJ32)

¿Por qué lo llaman amor?

¿Está el amor inevitablemente vinculado al sufrimiento? Esta semana, @martamj32 reflexiona acerca de la naturaleza del amor verdadero, de "ese lazo que une pero no ata".

-¿Por qué lo llaman amor?

¿Por qué lo llaman amor?iStock

Publicidad

¿Por qué lo llaman amor cuando quiere decir tantas otras cosas que ni se le parecen?

Hay quien llama amar a sufrir, poseer, atar, exigir, aguantar, callar. Llaman amor a algo que duele, que no emociona, a lo que es simplemente sexo, a la rutina, a una costumbre o a estar al lado de otro que se ha convertido en un extraño.

Hay quien llama amar a sufrir, poseer, atar, exigir, aguantar

El amor no es un cuento de hadas ni tampoco una historia de terror. Es un sentimiento que surge, que no se fuerza; es encajar con otra persona sin saber cómo, es algo incontrolable y con lo que no se cuenta. Y cuando ocurre es pura magia porque hace que veamos el mundo de otra forma, nos hace sentir felices y afortunados, pletóricos, únicos y es capaz de cambiar nuestra vida. Sentimos las mariposas en el estómago, el nudo en la garganta, el sentirnos capaces de todo, las ganas de estar con la otra persona a todas horas, el deseo y somos capaces de hacer las mayores locuras en su nombre.

El amor es lo que queda cuando se van las mariposas

Es lo que queda cuando se van las mariposas, la calma después de los fuegos artificiales, la sonrisa cuando han pasado las carcajadas y paz tras la locura. Es ese lazo que une pero no ata, el saberte parte de otro y que eso te haga más grande, el respeto y la admiración y todo lo que se tiene voluntariamente en común. Es lo que no se busca sino que te encuentra, lo que no llama a la puerta sino que la derriba; es lo que, en cinco letras, mueve el mundo.

El amor no va de cuentos sino de historias, de compromisos en libertad

Que no nos vendan amor falso, de ese que brilla pero mancha, del que no es de nuestra talla, del que parece que besa pero ahoga o te hace creer que te acaricia mientras te araña. Que no lo llamen amor cuando te hace sentir culpable, cuando sientes que te atrapa, cuando es obligación o parece una condena, cuando duele y no te sientes libre, cuando tienes que pedirlo, cuando te corta las alas. Que no nos hagan creer en príncipes, princesas ni ranas que hay que besar porque el amor no va de cuentos sino de historias, de compromisos en libertad, de creer, querer y poder, de no estar por estar y de no sentir miedo.

Publicidad