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San Valentín: cuernos, coitus interruptus emocional y otro día sin follar

Becaria escribe sobre los cuernos en San Valentín.

Corazones de manzana

Corazones de manzanaPixabay

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En TikTok hay mucho humor bailongo y challenges haciendo parodia del ridículo Día de los Enamorados con afirmaciones coreografiadas como "Este San Valentín no tendré bombones, pero tampoco cuernos" o "Gracias a mi silencio, muchas relaciones podrán festejar el 14 de febrero", lo cual hace pensar que quizás habría que proponer un cambio de nombre a Día de los Cornúpetas. Qué duda cabe de que la infidelidad es una parte inherente a esta festividad.

Aun así, es un día comercialmente muy quemado que plaga de corazones escaparates de joyerías, perfumerías, tiendas de ropa, sexshops, ferreterías, farmacias, administraciones de lotería, agencias inmobiliarias y hasta locales sadomasoquistas, sectas religiosas y prostíbulos: nadie cree en el amor, pero por unos euros, todos lo celebran. Y es ahora cuando el lector y la lectora que han llegado hasta aquí se preguntan: "¿seré yo una víctima más de sus cuernos?" y "¿por qué ya no quiere follar cuando nos vemos?".

Ya no le pones a tu pareja: tiene un crush virtual

Un motivo para no follar muy habitual en "relaciones estables" es que el aburrimiento sea el protagonista, y aun así ambos permanezcan juntos por conformidad, comodidad y pasividad ante la vida, y sigan celebrando San Valentín por costumbre, sin pena ni gloria, porque lo dice el calendario de la vida. Pero ahí donde parece que el novio o mujer están atolondrados, alguno de los dos mantiene un idilio virtual que ya ha hecho crecer unos cuernos de aquí a Costa Rica, porque la cornamenta es también la intención mental, no solamente una infidelidad física. Nada es para siempre, hay que mover ficha en esa partida.

Te pone los cuernos con la nada

Muy en la línea del aburrimiento de pareja y la ausencia de atracción sexual, existan o no terceras personas, están los amores de derrumbe, de eyaculación fatigada y otros orgasmos que no llegan, porque la relación está terminada. La infidelidad se da con el vacío, con la nada, porque la soledad es la mejor pareja cuando quien tienes al lado no te aporta nada, si acaso unos bombones de supermercado en San Valentín porque estaban de liquidación antes del cierre, y la más absoluta ausencia en la cama. Sois compañeros de piso y ya es un alivio porque así se hacen mucho más llevaderos los pagos del alquiler, los suministros y las plataformas de música y cine online.

Viene de follar con otro/a

Estaba cantado: aparece en la cena de San Valentín en un restaurante pijo y hortera con corazones y velas, atufando a perfume y con las pupilas dilatadas como el ojo trasero de un oso panda, y cuando salís de hacer el postureo con ostras y vino caro, os vais a casa con la misma cara de estreñidos de todos los días. La realidad es que tu compañero/a tiene una relación paralela con quien practica el Kamasutra completo cada día, pero ha aparecido en vuestra fiesta del amor inexistente por algún interés o convenciencia. Como dicen los plandemias que creen que el Covid-19 no existe: "Abre los ojos, amigo".

Romper el Día de San Valentín

Un buen motivo para no mantener relaciones genitales ni nada que se pueda considerar sexual en este día, es por confesar o destapar unos cuernos, el mejor desenlace que se puede dar en una fétida festividad capitalista como esta. Un inoportuno mensaje en la pantalla mientras le enseñas los billetes para ir de viaje, puede ser el detonante. Un truco habitual para que no te pillen poniendo los cuernos es usar dos móviles, argumentando que uno es el personal y el otro del curro aunque te hayas quedado en paro, y cuando vayas al baño, dejar en la mesa el personal. Eso le dará una falsa confianza porque en realidad te estarás mensajeando y enviando fotos con tu otro ligue "mientras meas", pero tampoco te flipes porque el sistema no siempre funciona y te puede pillar, romper la relación el mismo día que te has dejado cien euros en perfume, bombones y flores —típicos regalos de infieles— y acabar San Valentín con cara de pánfilo, sin pareja y sin haber follado. Qué duda cabe de que el mejor regalo, para unos más que para otros, es una ruptura a tiempo.

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