Todo lo que opina el sector cárnico de que tú te hagas vegano

La noticia apenas traspasó las fronteras de los Pirineos. Hace unas semanas, 18.000 carniceros de Francia remitieron una carta al Ministerio del Interior francés para pedir “protección policial” ante “la violencia física, verbal y moral" que dicen sufrir a manos de los grupos animalistas.

La misiva es el último episodio de una guerra abierta entre el sector cárnico galo y la creciente concienciación en materia de derechos de los animales, traducida en un incremento del número de personas que han decidido reducirlos o eliminarlos completamente de su cesta de la compra.

En abril, la presión del lobby cárnico francés consiguió que la Asamblea Nacional prohibiera que las hamburguesas vegetales se puedan llamar ‘hamburguesas’. Tampoco el queso o la leche podrán denominarse así si no proceden de animales.

Pero, ¿qué ocurre en España? ¿Está el sector cárnico de nuestro país preocupado por el incremento de las críticas a la manera en que nos relacionamos con los animales? ¿Temen que lo que está ocurriendo en Francia y otros países europeos acabe traspasando las fronteras y llegando a España?

Desde Plataforma de Organizaciones Interprofesionales Cárnicas, las dos principales asociaciones que representan a los profesionales de la carne en nuestro país, son contundentes al respecto de lo ocurrido en Francia: “Nos solidarizamos con los ganaderos y el sector cárnico francés. Es intolerable que, en cualquier lugar un colectivo, sea el que sea, recurra a la violencia para imponer sus ideas”, explican a Tribus Ocultas.

Pero, ¿se están produciendo situaciones de violencia en España? Aunque no hay rastro de nada similar en los medios de comunicación, desde Plataforma de Organizaciones Interprofesionales Cárnicas aseguran que “recientemente se han dado algunos ataques a empresas cárnicas de Asturias que la policía está investigando, por si estuvieran detrás grupos radicales animalistas”.

Sean o no obra de grupos animalistas, el sector se muestra tranquilo. “El consumo de carne en España es moderado y saludable, y se enmarca dentro de una alimentación variada y equilibrada”, argumentan desde Plataforma de Organizaciones Interprofesionales Cárnicas.

Respecto al crecimiento del número de vegetarianos y veganos, están convencidos de que “existe un mayor ruido mediático que una realidad”. Y añaden: “El hecho de que un porcentaje minoritario opte legítimamente por no consumir carne no esconde la realidad: la carne y los productos cárnicos están presentes en las despensas de la inmensa mayoría de las familias españolas debido a que aportan nutrientes esenciales para una alimentación sana y equilibrada”.

Pero vayamos a los datos. ¿De verdad crece de manera significativa el número de veganos y vegetarianos en España o es, como asegura el sector cárnico, una cosa de los medios de comunicación?

La investigadora Estela Díaz Carmona es, a buen seguro, una de las personas que más saben en España sobre el asunto. En su tesis doctoral Veganismo como consumo ético y transformador analiza de manera pormenorizada el cambio sociológico que supone esta manera de relacionarse con los animales.

“El número más reciente de veganos con el que contamos en España es el publicado por la consultora Latern, que en 2017 cifró en 8% de la población se considera veggie (0,2% veganos, 1,3% vegetarianos y un 6,3% de los llamados ‘flexitarianos’)”, explica Estela. “El interés hacia términos como el veganismo está creciendo, al igual que su difusión”. En su opinión, “la concienciación en materia de protección animal preocupa al sector cárnico, ya que de seguir fortaleciéndose puede llegar a suponer un grave impacto para sus intereses en el futuro”.

Plataforma de Organizaciones Interprofesionales Cárnicas inciden en no mostrarse especialmente preocupados por esta circunstancia. Al menos, sobre el papel. “El sector cárnico español goza de muy buena salud y sigue trabajando para poner a disposición de la población los mejores productos y adaptarse a las demandas de los consumidores como siempre ha hecho”, apuntan a modo de conclusión.

La realidad es que ese trabajo no ha estado siempre exento de polémica. En 2016, una filtración dio a conocer que el sector cárnico español financió una ambiciosa campaña en los medios de comunicación para contradecir el informe de la OMS, que poco antes había relacionado el consumo d carne procesada con el riesgo de padecer cáncer.

Con el objetivo de influir en la percepción social del consumo de carne, se contó con la colaboración de autoridades sanitarias de primer nivel, que durante semanas aparecieron en radio, televisión e Internet para defender los argumentos de la industria.

“La industria lleva tiempo contraatacando”, apunta Estela a este respecto, “y reaccionando frente a sus dos grandes adversarios: la preocupación de la población por el bienestar animal y por la salud personal. Una muestra de ello son sus estrategias de marketing, dirigidas a convencer al consumidor de lo bien que tratan a “sus” animales y de lo saludable que es consumirlos”.

Estela es contundente en ese sentido. “Se trata de estrategias basadas en argumentos falsos y construidos con la ayuda de profesionales como médicos y veterinarios. Son, además, cortoplacistas, pues ignoran el impacto medioambiental que supone defender el consumo de animales en un planeta cada vez más castigado. Sus argumentos dejarán de ser válidos dentro de muy poco”, vaticina.