Haberlos, haylos
Treintañeros sin un día cotizado (y sin miedo)
Habitan entre nosotros pasando totalmente desapercibidos. Sin vida laboral que consultar en la Seguridad Social, estos inquietantes seres (y hay más de los que crees) desayunan, comen y cenan todos los días y no sienten preocupación alguna por su futuro.
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