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TODO SE PUEDE HABLAR

¿Cómo decirle a alguien que te está haciendo daño sin que se moleste?

Contarle a alguien que te sientes molesto o triste por algo que ha hecho no es fácil, pero es la única vía para lograr que no vuelva a suceder.

Una pareja viendo el atardecer.

Una pareja viendo el atardecer.Pixabay

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Las generaciones más jóvenes son cada vez más conscientes de la importancia de la comunicación en todo tipo de relaciones con otras personas, ya sean románticas, de amistad o incluso laborales. Aprender a expresar nuestros deseos y necesidades es clave para crear un entorno cómodo en el que surjan las mínimas tensiones posibles. Por desgracia, hay personas que son capaces de darnos mucho y, al mismo tiempo, hacernos mucho daño con las cosas que hacen o dicen, y en ese caso es vital saber comunicarse con eficiencia.

La comunicación casi nunca es fácil, ni siquiera con las personas con las que tienes una mayor sintonía. Cada uno interpreta las cosas a su manera, y en una era digital en la que un mensaje de WhatsApp puede leerse con mil intenciones diferentes, las confusiones son muy habituales. Es por eso que es muy importante saber cómo, cuándo y en qué formato decir las cosas: puede que sea mejor esperar un poco, o llamar por teléfono a la otra persona para asegurarte de que te va a entender bien, antes de responderle por texto lo primero que se te ocurra.

Cuando alguien está haciendo algo que te hace sentir mal, tienes todo el derecho a expresárselo: si la otra persona realmente siente interés por tu bienestar, tratará de hacer lo posible para que no vuelva a ocurrir. Pero es vital expresarse con sinceridad y buenas intenciones, no con reproches o irascibilidad. Nadie responde con calma cuando se siente atacado, así que tienes que asegurarte de que tus palabras consigan expresar lo que necesitas, sin herir de forma innecesaria a la otra persona.

Aun tomando estas medidas de precaución, son muchos los que se toman a malas estos intentos de comunicación, porque sienten que no están cumpliendo con lo que se espera de ellos. Está en la madurez de cada persona ser capaz de darse cuenta de qué es un ataque malintencionado, y qué una petición benévola. ¡Si tus esfuerzos por comunicarte no dan fruto y sigues sufriendo, quizá sea mejor dejar a esa persona atrás!

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