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Qué hacer si no soportas a tus compañeros de piso
Compartir piso es una experiencia de la que la mayoría de los jóvenes no pueden escapar en algún momento de su vida. Esto es lo que puedes hacer si te está tocando lidiar con compañeros de piso insoportables.

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Calendarización
Si los problemas que tienes con tus compañeros de piso giran en torno a la organización de la casa, es momento de poner normas. Establece un calendario de tareas y limpiezas y pégalo en un lugar de paso para todos, de tal forma que cada compañero sepa qué es lo que tiene que hacer en los próximos días. Será la mejor manera de evitar las discusiones con respecto a los descuidos y la desorganización.
Ojo por ojo
Son muchos los compañeros que no quieren adaptarse ni lo más mínimo a las necesidades de los demás, porque saben que se saldrán de rositas. No calles las cosas ni asumas responsabilidades ajenas, y si los comportamientos no cambian, asegúrate de que te impones y de que hay consecuencias para las cosas que hacen y que te molestan. Si no, acabarás siendo siempre la persona que sale mal parada.
Remedios y apaños
Por desgracia, siempre habrá pequeñas cosas que serán difíciles de negociar. Hay quienes deciden contratar servicios de limpieza y pagarlos de forma común para no lidiar con la suciedad ajena; pero no todo el mundo tiene el privilegio de tener dinero de sobra. Hay quienes establecen estantes y armarios para cada persona, o quienes incluso prefieren tener sus cosas en su habitación, para evitar confusiones con temas como la comida. Si tienes algún problema en concreto con tus compañeros, consúltalo con otros amigos que también hayan compartido piso; quizá tengan algún consejo para darte.
Curioseando alternativas
Si después de todas esas soluciones sigues sin estar a gusto, tal vez sea más efectivo buscar a otras personas con las que compartir la vivienda. Es fácil fallar en el primer año en el que se comparte piso, pero cuantas más personas conozcas en esa nueva ciudad, más probabilidades tendrás de hallar amigos con los que sí encajes a la hora de convivir.
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