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GRANDES PREGUNTAS

Según la ciencia, ¿por cuántos fracasos amorosos debemos pasar para triunfar en el amor?

¿Por cuántos desengaños debemos pasar hasta encontrar a la persona definitiva? La ciencia ha estudiado casi todo, y una investigación afirma que el proceso de enamoramiento se podría definir en tres tipos.

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Cuando conocemos a una persona especial y comenzamos a tener sentimientos por él o ella, lo natural es pensar qué queremos que la relación que se ha formado sea duradera. Esto es lo que ocurre cuando nos enamoramos y tenemos la oportunidad de compartir todo tipo de experiencias con esa persona, que no queremos que se acabe. Sin embargo, es normal que en algún punto surjan adversidades que nos hagan plantearnos si lo mejor sería separar los caminos.

A pesar de esto, cuando empezamos una nueva relación amorosa no debemos hacerlo pensando en que tendrá fecha de caducidad. Comenzar pensando que algún día se acabará todo nos impide vivir el presente. Si estamos pensando en qué pasará en el futuro nos perdemos las experiencias que estamos teniendo en el ahora y vivir el momento es muy importante para aprender de los errores. Esta es la única manera de crecer como personas y descubrir qué es lo que buscamos en una persona para que se convierta en nuestra pareja. Este aprendizaje que llega tras el final de cada relación por la que pasamos supone una lección que nos aclarará el camino a seguir en nuestra siguiente oportunidad.

Sin embargo, surge una pregunta: ¿por cuántos desengaños amorosos es necesario que pasemos hasta que encontremos a la persona definitiva? Una investigación afirma que el proceso de enamoramiento se podría definir en tres tipos, que constituyen tres amores que pasarán por nuestra vida tal y como te explicamos en el vídeo.

El primer amor se trata de nuestro primer contacto y es una relación en la que la experimentación está muy presente, por lo que somos mucho menos reflexivos en nuestras acciones. El segundo amor estará marcado por la búsqueda de una persona que se parezca a nosotros, es decir, que comparta nuestros gustos y aficiones, que tenga una personalidad similar... En definitiva, buscamos cosas que se encuentran en un amigo. En el tercer amor, somos mucho menos exigentes, aceptando a la persona tal y como es.

Independientemente del punto de tu vida amorosa en el que te encuentres, lo que se necesita siempre es un amor incondicional. Necesitamos querer y que nos quieran por quienes somos, aceptando nuestras diferencias con el otro y los defectos que podamos tener. Es por este motivo que la ciencia estima que debemos pasar por dos desengaños amorosos para llegar a la tercera fase, en la que podríamos encontrar a nuestra media naranja.

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