INSPIRADOR
Una pareja renuncia a su antigua vida "normal" y ahora recorren Estados Unidos viviendo en un autobús
Jessica y Adam decidieron dar un cambio radical a su vida después de que problemas con el alcohol pusieran en peligro su matrimonio.
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Corría el año 2018 y Jessica y Adam, un matrimonio joven de Michigan (Estados Unidos), corría graves problemas. Por aquél entonces, ella, que tiene 26 años actualmente, no trabajaba y se quedaba en casa cuidando a los hijos de su pareja. Él (28 años) trabajaba como mecánico con un sueldo insuficiente y tenía adicción al alcohol.
"Me mentía y me decía que ya no bebía más, pero estaba claro que mentía", recuerda Jessica, quien cuenta que su adicción comenzó como una tontería, pues nadie puede saber si se volverá adicto o no.
Además, la casa en la que vivían alquilados estaba en ruinas: "vivíamos en una antigua granja y había óxido marrón proveniente del agua del pozo y no era potable ni limpia". Las condiciones en las que vivían y las horas que Adam trabajaba en un oficio mal remunerado no ayudaban a combatir su adicción. Entonces Jessica comenzó a trabajar en marketing, pero aún así su sueldo no era capaz de solventar la crisis por la que atravesaban.
Para poder lavar la ropa y los platos, pasaban largas temporadas acampados. La situación empeoraba y el dinero era cada vez más escaso ya que, para poder empeorar aún más las cosas, Adam empezó a cobrar a comisión "justo cuando su trabajo pasó probablemente por el período de sequía más grande de la historia".
Entonces Jessica se dio cuenta de que esa situación tenía que acabar pues no había mejor forma de salir de ese atolladero. Y así fue como compraron el autobús. "Lo remodelamos, renunciamos al trabajo y y nos vamos a vivir de ruta. Podría ser el camino de la recuperación. No podían permitirse una casa, pero el autobús sí podían pagarlo, y tendrían un hogar propio, aunque llevara tiempo restaurarlo.
Empezaron a vivir en el autobús al menos cuatro días por semana, aprendiendo a reformarlo a través de vídeos de Youtube. "No es el autobús más caro ni el más bonito o elegante, pero fue hecho con mucho amor".
Hoy Adam lleva más de tres año sobrio, gracias al arriesgado proyecto de vida. Fueron tachados de locos y les dijeron que no podían vivir así numerosas veces, pero "este estilo de vida nos ha hecho mucho más humildes y nos ha enseñado más que cualquier trabajo doméstico". Además, tienen la ventaja de tener un hogar propio con un nuevo patio trasero cada semana.
Sus gastos mensuales no superan los mil dólares. Instalaron paneles solares y todo lo necesario para realizar una vida cómoda, como una nevera, una lavadora y calentadores. Se abastecen de supermercados dos o tres veces al mes y hacen sus propios productos de limpieza. Así, llevan viajando ya por doce estados diferentes.
En cuanto a la educación de sus hijos, decidieron no inscribirles en ninguna escuela y enseñarles ellos mismos en la parte trasera del autobús: "Trabajamos libros todos los días y ellos leen, escriben y hacen matemáticas, así como actividades físicas como ciclismo, senderismo y yoga. Aprendemos sobre las ciudades y los estados en los que nos encontramos, así como sobre plantas que crecen allí y se alimentan. Además, nos ayudan con la limpieza, el orden y la cocina. Son jóvenes y hay mucho que aprender a nuestro alrededor".
Ninguno de los dos tiene ganas de volver a su antigua normalidad, frente a la libertad que les proporciona vivir en el autobús: "Conocemos a gente increíble por todas partes". Además, han aprendido a vivir con lo justo y consumen nada más lo necesario: "tener menos espacio significa menos cosas. No puedo volverme loca comprando cuando no hay espacio".
Ambos renunciaron a sus empleos pero encontraron la forma de subsistir mediante las redes sociales, donde comparten sus aventuras y venden camisetas, aparte de trabajos esporádicos que les permite mantener su vida de bajo coste.
Como los niños aún son pequeños, no saben a ciencia cierta si, en un futuro, quieran acompañarles en su vida nómada. Pero de lo que están seguros es de que no van a volver a tener una "vida normal".
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