VANGUARDISTA
Tino Casal, el rey del Glam español que fue un adelantado a su tiempo
El cantante asturiano Tino Casal fue una de las grandes voces de la música española de todos los tiempos, uno de los artistas clave de los años 80 en nuestro país, un magnifico pintor, escultor y sastre que probó suerte en Londres en los 70 y una figura adelantada a su época que perdimos antes de tiempo.
Publicidad
Tino Casal fue una especie de hombre renacentista que vivió en los años 70 y 80 del siglo XX donde fue un adelantado a su tiempo que hizo de todo. Mucho más que un cantante Tino Casal fue un poeta, un pintor, un escultor, un mecenas, un sastre y un auténtico revolucionario estéticamente.
Recordando y resaltando su importancia en nuestra cultura atresplayer continúa su apuesta por el género documental retratando la vida de José Celestino Casal Álvarez, más conocido por su nombre artístico: Tino Casal La serie documental sobre la vida y figura de Tino verá la luz en Nochebuena en la plataforma de Atresmedia.
Este cantante asturiano fue lo más cercano que hemos tenido en nuestro país a David Bowie, los Blitz Kids y sin duda la mayor figura del glam rock de nuestra música.
"Era un reflejo de su propio ser. Decir que Tino era el Bowie español es absurdo porque no tenían la misma concomitancia pero sí les unía la pasión por ser vanguardia, en el estilismo, en la manera de cantar… Los dos cantaban fantástico pero para mí Tino lo hacía mejor", llegó a decir en 2016 Julián Ruiz, productor, periodista musical y amigo de Tino Casal.
Él mismo se consideraba un vanguardista y sin duda fue mucho más que un cantante excéntrico al que la mayoría de la gente sólo conoce por sus canciones Embrujada y Eloise.
Además de sacar cinco discos en los años 80, cuatro de los cuales fueron número uno en nuestro país, Tino hizo de todo y lo hizo desde mucho antes.
Primero probó suerte como cantante formando parte del grupo asturiano Los Archiduques entre 1967 y 1971 con los que saca un disco y varios singles que no tuvieron el éxito esperado. Se separó del grupo al poco tiempo y decidió marcharse a vivir a Londres para cultivar otra de sus facetas: la pintura. En la capital británica tuvo su primer contacto con la corriente del glam rock liderada por David Bowie que tanto le inspiraría.
"Tino Casal era un gran artista, era un dandy con un sentido de la imagen muy avanzado. (...) Bebía de todas las corrientes y ya en los 80 se comportó como un creador del siglo XXI avanzando la España moderna que tenemos. En su país lo llamaban maricón pero es que en Londres los punkis le escupían porque nadie lo entendía", aseguró Juan Rodríguez, comisario de la exposición Tino Casal: El Arte por Exceso que llegó al Museo del Traje de Madrid en 2016.
A sus mencionadas facetas como cantante, sastre, pintor y escultor tenemos que añadir sus labores como productor de grupos como Vídeo22 u Obús. Además fue un mecenas que colaboró con artistas como Pedro Almodóvar, al que financió parte de las películas Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón y Laberinto de pasiones. En esta última película cedió elementos como su chaqueta roja que en la cinta lleva puesta Imanol Arias.
Pero sin duda la faceta artística que más cultivó y que más le marcó a lo largo de su vida, además de la música, fue la pintura.
"Me atrevería a decir que soy más auténtico pintando que en la música. En la música hay que pasar por cantidad de matices, tamices, gente, intermediarios, historias… Mientras que en la pintura, ahora, hoy por hoy, soy mucho más libre y hago más lo que me apetece", aseguró en 1991
Casal se dedicó en sus últimos años a la pintura y la escultura, además de colaborar con otros artistas. Preparaba el lanzamiento de su nuevo disco en 1992 con la intención de grabarlo en Tokio pero desgraciadamente falleció el 22 de septiembre de 1991 a los 41 años a causa de un accidente de tráfico en Madrid.
La historia de Tino Casal es la de un auténtico genio y vanguardista cuya influencia musical y estética en España en los años 80 fue mucho más importante de lo que mucha gente piensa y está totalmente infravalorada.
Publicidad