FLIPANTE
Veo 3, la nueva IA de Google, es tan realista que está asustando a las redes
La nueva inteligencia artificial de Google ya genera vídeos con sonido, diálogos y efectos realistas. Aunque el avance técnico es deslumbrante, cada vez más usuarios expresan inquietud sobre la rapidez con la que evoluciona esta tecnología y sus posibles consecuencias para el futuro del arte, el trabajo y la verdad.

Publicidad
Google ha presentado la tercera versión de su generador de vídeo por inteligencia artificial, y las reacciones no se han hecho esperar. Con el nombre de Veo 3, esta herramienta no solo mejora la calidad visual de su antecesora, sino que incorpora sonido nativo: los vídeos generados por IA ya pueden incluir diálogos entre personajes, efectos sonoros y ambiente de fondo. Una tecnología que hasta hace poco parecía de ciencia ficción, ahora está disponible en la aplicación Gemini para suscriptores de Google AI Ultra en Estados Unidos.
El salto cualitativo es evidente. Lo que antes eran clips borrosos o imprecisos, ahora son secuencias sorprendentemente realistas. Tanto, que en redes sociales el entusiasmo por la innovación ha venido acompañado de una creciente inquietud. "¿Cuánto tiempo falta para que las pruebas en vídeo dejen de ser válidas en un juicio?", se pregunta un usuario en X. "Dentro de unas décadas, los actores se quedarán sin trabajo", advierte otro.
Algunos internautas, fascinados pero preocupados, han reflexionado sobre el proceso evolutivo de estas IAs: "Muchos se burlaban de los primeros resultados, pero ya entonces era alucinante ver a una máquina alucinar con lo que había aprendido. Para mí, era como reírse de un dibujo infantil" escribía otro usuario.
La nueva función de Veo 3 marca, sin duda, un antes y un después en la generación audiovisual por IA. Google lo ha anunciado con el eslogan "Di adiós a la era silenciosa del vídeo generado por IA". Pero a medida que las máquinas aprenden a hablar, escuchar y mostrar, la pregunta empieza a ser otra: ¿qué papel nos queda a los humanos en la creación de productos visuales, y cómo distinguiremos la ficción generada de la realidad capturada? La respuesta, por ahora, no está clara.
Publicidad