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Sexo monstruoso: Así son las fantasías sexuales más terroríficas

Las cinco parafilias sexuales más raras y extrañas que existen relacionadas con el mundo paranormal y lo oculto.

-Parafilias terroríficas

Parafilias terroríficasLiopardo

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Desde nuestra más tierna infancia nos han metido en la cabeza la idea de las relaciones heterosexuales monógamas y tradicionales para que, llegado el momento de la adultez, no nos pillase de sorpresa cualquier otra atracción que no fuese por el sexo contrario y otros gustos sexuales que se salgan de lo “normal”. Cuesta desmontar esta educación, pea está ahí Halloween, la fiesta de lo tenebroso que despierta los anhelos y parafilias sexuales más escondidas durante todo el año. ¿Qué tiene de malo sentirte atraíd@ por un monstruo con tres cabezas, una entidad demoníaca, un vampiro o una monja poseída por Satán? Mientras el sexo sea consentido en la recreación de estas fantasías, aunque algunas sean un poco complicadas de llevar a la realidad, nada de malo tiene.

ESPECTROFILIA

Espectrofilia
Espectrofilia | Archivo

Es un fenómeno sobrenatural que consiste en tener sexo con entidades del mundo de los espíritus y fantasmas (excluidos los fantasmas bípedos de la vida terrenal). Esto incluye el sexo con seres demoníacos como los íncubos y los súcubos. Los íncubos son demonios con forma masculina que se representan poco atractivos, peludos e incluso como pájaros de fuego, que atacan a las mujeres mientras duermen. En todos los casos, el íncubo siempre está dotado de un miembro descomunal. Los súcubos son demonios femeninos mucho más sexys y atractivos, y atacan a los hombres por las noches para robarles su semen. Sobra decir que se trata de una fantasía a la que hay que echarle imaginación y atrezzo para llevarla a la práctica, porque esperar tener sexo con estas entidades reales, quizás ya requiera una buena asistencia psicológica o psiquiátrica no cubierta por la Seguridad Social.

EXOFILIA

Imagen no disponible
Imagen no disponible | Montaje

Esta filia hace referencia a las fantasías con extraterrestres y otras entidades no humanas, como los hombres grises, reptilianos, hombres lagarto o draconianos. Aunque no hay evidencia científica de la existencia de vida en otros planetas a pesar de que desde los años 60 se han registrado infinidad de experiencias sexuales con seres ajenos a la Tierra, mucho se ha hablado de secuestros en ovnis para fecundaciones entre extraterrestres y humanos con el fin de gestar niños híbridos. Se conoce como sexo forzado pero también hay quien fantasea con ser embestido por uno de estos seres de tez reseca y tres metros de altura. Los “violados” que recuerdan estos encuentros, describen a los “violadores” masculinos y femeninos como seres de vaginas frías, con penes más grandes que los terrícolas y orgasmos de mayor intensidad. Los especialistas de la mente humana han relacionado esto con problemas psicológicos y traumas sexuales de la infancia. A día de hoy, y aunque ya no se ven tantas naves con luces verdes desde que llevamos cámaras en los móviles, hay quien sigue fantaseando con estos encuentros con seres que, hasta que no se demuestre lo contrario, no superan la ficción marciana.

VAMPIRISMO

Vampirismo
Vampirismo | Pixabay

Esta práctica tan cinematográfica se engloba dentro del sadomasoquismo y también requiere echarle imaginación, vestuario acorde y material esterilizado y seguro para extraer la sustancia protagonista: la sangre. Una de las personas hace el papel de dominante vampírico y extrae la sangre a la otra persona con el fin de terminar ingiriéndola. A estos juegos sexuales con sangre se les conoce como “bloodsports” o “bloodplay”. No aptos para todas las sensibilidades.

"VIOLACIÓN" POR TENTÁCULOS

Violación por tentáculos
Violación por tentáculos | Archivo

Denominado como "violación" pero entendiéndose como una práctica sexual, dentro de sus posibilidades de realización, consentida, el erotismo con tentáculos está inspirado en un subgénero del hentai, muy consumido en los círculos +18 del mundillo manga con contenido porno. Los protagonistas son los tentáculos y no pocas chicas fantasean con ser poseídas por grandes y monstruosos apéndices marinos, pero se trata de una fantasía mayoritariamente masculina desde el punto de vista pasivo: “mirar a la chica atrapada por un pulpo gigante infame y que no me rocen”. Estos apéndices pertenecen a criaturas del inframundo, monstruos ficticios y personas caracterizadas con tentáculos y ventosas, y en la práctica se suele representar con cuerdas mediante la técnica del bondage japonés. Demasiada imaginación requiere, sí.

HIEROFILIA

Capiteles en la colegiata de San Martín de Elines
Capiteles en la colegiata de San Martín de Elines | Archivo

La parafilia más humana de este listado, pero no por ello menos monstruosa, es la pasión erótica por los símbolos religiosos, templos y ritos: biblias, cruces, tener sexo en “lugares sagrados”, durante una misa, una visita a un sudario cualquiera, etc. Y hay quienes llevan al extremo esta fantasía religiosa vistiendo los atuendos habituales de sacerdotes y monjas, por poner de ejemplo la hierofilia cristiana, la más extendida en el imaginario sexual del colectivo más profanador y blasfemo del erotismo.

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