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5 sitios seguros para liarte con tu rollo

Cada vez que quedáis y no hay una casa libre os entra el bajón, pero tranqui, hoy te damos cinco ideas perfectas para que podáis dar rienda suelta a la pasión sin perder la intimidad.

-Pareja besándose

Pareja besándoseiStock

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No tener una casa donde poder enrollarse a gusto no mola, estamos de acuerdo, pero siempre ha habido opciones. Todo depende de qué sitios tengas más a mano y de saber que algunos tienen sus limitaciones. Pero con sensualidad, cariño y ganas (además de un poco de falta de vergüenza), hay lugares que pueden ser de lo más morbosos y hasta privados para lanzarnos a por nuestra pareja.

1 - El coche

Vale que es lo más conocido, pero si realmente tienes coche tienes mucho hecho. Será igual que estar en una habitación pequeña, además puedes poner música y perfumarlo un poco para que sea más romántico.

2 - Última fila de un cine

Es una de las soluciones más antiguas, y eso es por algo. Ten cabeza y no vayas a ver la última película de Hollywood el día del estreno; hay muchas pelis que llevan un tiempo en cartelera y sesiones donde hay menos gente (o incluso nadie). Dos horas de intimidad si sabes elegir bien.

Pareja besándose en un coche
Pareja besándose en un coche | Getty

3 - Trastero

Si lo anterior te da asquete pero tienes trastero, pilla las llaves cada finde antes de salir. Volver ahí con tu crush y sorprenderle con una vela, unos capítulos de tu serie favorita descargados en el móvil y una manta para que el suelo esté mullido es un puntazo. ¡Hotel gratis!

4 - Último piso de tu edificio

En muchos edificios, arriba, hay descansillos desaprovechados que se utilizan simplemente para entrar a las azoteas o a las calderas. ¡Hasta que tú llegues! Ahí no subirá nadie, y si lo hace os enteraréis antes por el ruido. ¡Nadie sospechará nada!

Imagen de archivo de probadores en una tienda de ropa.
Imagen de archivo de probadores en una tienda de ropa. | Agencias

5 - Probadores

Y aunque esta última propuesta pueda parecerte una locura, no lo es tanto. Una tarde de otoño en un centro comercial puede dar para mucho. Primero que entre uno y el otro haga el paripé quedándose en el pasillo para dar su opinión. Cuando nadie mire, podrá entrar. ¡Barra libre de morreos y lo que surja a cambio de no hacer mucho ruido!

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