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NOCHES DEL BOTÁNICO

El emocionate regreso de Jorge Drexler a su Madrid

El cantautor uruguayo se emocionó en su vuelta a los escenarios de Madrid por primera vez desde la pandemia y conquisto a un público entregado con un concierto de mas de dos horas plagado de clásicos.

Foto del concierto de Drexler en Cartagena el 19/07/202

Foto del concierto de Drexler en Cartagena el 19/07/202EFE/Marcial Guillén

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Ayer volví a sentir algo que llevaba demasiado tiempo sin sentir, la magia de un concierto. Por primera vez desde hace más de un año y medio pude disfrutar de nuevo de música en directo y pude sentir esa magia especial que ocurre cuando estás frente a un escenario disfrutando de uno de tus artistas favoritos.

Poco a poco la cultura, la música, los conciertos y los festivales están volviendo a nuestras vidas de forma paulatina. Las Noches de Botánico en la complutense es uno de los mejores ejemplos de como se pueden hacer conciertos en tiempos de Covid de forma completamente segura.

El concierto de Jorge Drexler era el perfecto para volver a reencontrarme con la música en directo, más de dos horas de canciones en formato acústico acompañadas de percusión que fluctuaron entre lo tranquilo, lo emotivo y lo grandioso.

Originalmente se había anunciado en formato trío, pero Drexler explicó que la pianista catalana Meritxell Neddermann estaba confinada por Covid y que por eso esta era la primera vez que tocaba a duo con Borja Barrueta, el percusionista vasco que le lleva acompañando desde hace 17 años.

Un concierto en el que Drexler habló de la pandemia, de los problemas actuales del mundo, de la comunicación, del amor, de la falta de concordia, de Madrid y de su vida a través de sus canciones en un repaso a algunos de los mayores éxitos de su carrera.

Nos regaló canciones que ponen banda sonora a la pandemia como 'Telefonía', lanzada en 2017, que habla sobre la importancia de las redes sociales y de como nos comunicamos hoy en día. 'Toque de queda', grabada en 2010 y que cantó a duo con Leonor Watling, una canción inspirada el tradicional toque de queda medieval de 33 campanadas con el que se anunciaba el cierre de las murallas de la ciudad de Sepulveda. 'Codo con codo', la canción viral que Drexler compuso en Marzo desde Costa Rica al suspenderse su gira por culpa del coronavirus. Y por último 'Sanar', una canción de desamor esperanzadora que parece decirnos que a pesar de todo lo malo que ha pasado estos dos últimos años volveremos a estar bien.

También interpretó canciones que hablan de los problemas del mundo, las desigualdades, la inmigración y que nos gritan de forma muy poética que somos iguales. Canciones como la bellísima 'Milonga del moro judio', 'Movimiento', 'Polvo de estrellas' o 'Bolivia', en la que Drexler narra la historia de como sus abuelos huyeron de Berlín en 1939 y Bolivia fue el único país que los acogió.

Y, por supuesto, no faltaron canciones que hablan su ciudad adoptiva, como 'La trama y el desenlace', 'Pongamos que hablo de Martinez', la canción en la que cuenta como Joaquín Sabina le cambio la vida invitándole a venir a Madrid o 'Los transeuntes', en la que narra las imágenes cotidianas que ve desde su balcón en Chueca mientras intenta escribir sin éxito.

Un show que parecía acabar en 'Silencio' pero que cogió fuerza en los vises cuando volvió al escenario acompañado por el coro Gospel Factory. Junto a ellos interpretó dos veces seguidas, tras equivocarse la primera vez, la alegre e inspiradora 'Guerrilla de la concordia' que acaba de lanzar como single. Después el coro se quedo en el escenario para elevar dos clásicos que fueron coreados por todo el público 'Sea' y 'Todo se transforma'.

 

Acabó en todo lo alto después de más de dos horas cargadas de sensaciones intensas por su vuelta a los escenarios, por tocar en Madrid, porque su hijo Pablo fue su telonero, porque su mujer Leonor subió a cantar con él y porque la conexión con el publico madrileño fue total.

En definitiva un concierto para el recuerdo, en el que Drexler se emocionó y nosotros nos emocionamos con él.

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