La M.O.D.A presenta 'Los tiempos que vivimos' y se refugia en la nostalgia

Tras catorce años de carrera en los que han publicado cinco discos de estudio que les han llevado a dar más de 600 conciertos y después de decir adiós a dos de sus miembros, La M.O.D.A. regresa a la música mirando con nostalgia a su pasado para encarar un futuro alegre y optimista al que prometen cantar a pleno pulmón.

Los tiempos que vivimos, una canción luminosa desde el recuerdo de lo vivido, es el adelanto del nuevo trabajo del grupo burgalés, que tras año y medio de parón se ha aliado con el productor Carlos Raya y la discográfica Universal para volver a los escenarios con un disco variado, de música folk pero con canciones más rockeras.

"Hay espacio para esa M.O.D.A más reposada, melancólica", admite David Ruiz, vocalista y guitarrista de "La Maravillosa Orquesta del Alcohol" en una entrevista en la que asegura que el nuevo trabajo, que saldrá al mercado en su totalidad en octubre, le transmite "más alegría, optimismo, fuerza y energía que nunca".

Compuesto por trece temas, el público se va a encontrar con canciones de corte folk, con predomino de sonidos acústicos y banjos, pero también otras más rockeras "con vocación de ser cantadas a pleno pulmón", afirma Ruiz, quien avanza que habrá dos colaboraciones y que presentarán más temas antes del lanzamiento.

Sobre 'Los tiempos que vivimos', el vocalista afirma que les "parecía una buena manera de abrir boca de cara a todo lo que se viene", y destaca que es "una de las canciones más luminosas y alegres" que han hecho, con un punto nostálgico fruto del parón musical en el que se embarcaron en noviembre de 2023.

Este tema habla precisamente de la importancia de tomar conciencia del paso del tiempo, algo en lo que La M.O.D.A. nunca había reparado llevada por esa "huida hacia adelante" de discos y giras: "es una especie de recuerdo, de echar la vista atrás con nostalgia pero también con alegría por haber vivido muchas cosas que te han llenado".

La nueva esencia de Marina

La M.O.D.A. arrancará la gira de este nuevo disco en noviembre, pero antes ofrecerá un concierto este sábado en las fiestas de su Burgos natal, en el que presentarán a Marina López, quien se suma a la banda asumiendo el reto de banjo, guitarras, teclados y voces, al menos mientras dure la gira: "Ojalá podamos estar juntos muchos discos y muchas giras", confiesa Ruiz.

Cuenta que cuando Jacobo Naya les anunció que dejaba el grupo no pensaron nunca en buscarle un remplazo porque "Jaco es insustituible", así que se centraron en buscar alguien que "pudiera aportar su propia esencia", y ahí entró Marina, a la que conocen desde hace años como vocalista, compositora y guitarrista de los también burgaleses Sioqué.

"Con Marina es una nueva etapa. Estamos seguros de que va a ser guay también y que nos va a dar muchos buenos momentos", asevera, al tiempo que admite que les va a costar mucho volver a subirse a los escenarios sin Jaco, pero "todo lo vivido con él les acompañará siempre".

Siempre La M.O.D.A.

En su regreso, los burgaleses llegan con otras novedades: han contado para la producción con Carlos Raya -habitual en discos de Fito y Fitipalis y M-Clan entre otros-, una experiencia gratificante ya que ha respetado la identidad del grupo, "siempre con la camiseta puesta", y desde la naturalidad ha tratado de encontrar los mejores arreglos, muy implicado en el proyecto pero entendiendo el universo especial en el que orbitan los burgaleses.

Así ha sido también con Universal, sello discográfico en el que recalan tras años de autogestión y después de ser conscientes de que no podían dedicar tanto tiempo como querían a componer, tocar y dar conciertos, pero que les ha recibido con autonomía y respetando sus tiempos, y sin intentar cambiarlos.

David Ruiz cree que la música vive un buen momento en España, con mucha vida, propuestas nuevas y gran variedad; habla de variedad estilística y artística, pero también geográfica, puesto que "cada vez hay más propuestas que surgen de la periferia", y una oferta musical con mucha personalidad.

"Es un caldo muy rico. Hay que estar felices. Vemos que hay más público que nunca. Es verdad que más en festivales y macroconciertos, pero a ver si una parte de ese público también se anima y se engancha a la música en directo en las salas más pequeñas", porque ahí también hay muchísimo talento, asegura.

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