12ª EDICIÓN

Quevedo, el héroe tímido del Coca-Cola Music Experience

Lleno absoluto en la Caja Mágica donde casi todos fueron para ver al canario más internacional del momento, pero donde también lucieron María Becerra, Estopa, Ozuna, Villano Antillano o Ava Max.

Quevedo en su actuación del CCME

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Todavía está por llegar a la capital española el festival de música sin quejas a la hora de entrar. A Madrid le falta un sitio como el Estadi Olimpic de Barcelona para que los accesos no se conviertan en un paseo literalmente kilométrico, pero es justo reconocer que muy pocos presumen de un cartel tan variado y una puesta en escena a la altura del Coca-Cola Music Experience.

Entre los relámpagos lejanos y la más próxima luz del tanatorio de la M40, la entrada de la Caja Mágica era una pesadilla para los que pensaran aparcar cerca, incluso yendo en moto. Alguien nos comentó que el recinto tenístico fue la tercera opción, tras descartar la localización de 2022 (por obras) y la del Mad Cool (por críticas).

Una vez dentro del recinto tenístico, y tras muchos metros andados, las burbujas, atracciones, césped artificial y la inmensa noria te recordaban que el CCME está pensado (a diferencia de otros festivales) para pasar muchas horas entretenido, y no solo con la música.

De hecho comienza a la hora de comer para alargarse bastante más allá de la medianoche, con la particularidad de que hay muchas familias con niños pequeños y rara es la persona que supera los 35 años. Se agradece que el aforo de 25.000 personas por día busque la comodidad más que la recaudación, y los músicos (e influencers) lo agradecen.

Contentísimo parecía Luc Loren (sí, un extraño caso de influencer-músico) en su traje de pétalos metálicos, quien confesaba a unos conocidos en la zona de artistas que había sido "la bomba". Ya que estamos, mencionar el curioso campamento que tenían los VIP, a 500 metros del backstage: pantalla gigante para seguir lo que acontecía sin verlo directamente, y una especie de poblado de lujo donde pasaban caras top de TikTok, YouTube o Instagram.

Un universo paralelo al escenario que mide las personalidades en un ambiente más relajado: de la tremenda personalidad de Ozuna o la indescriptible simpatía de María Becerra (con quien tenemos una entrevista preparada para los próximos días) a la impactante timidezde Quevedo.

El canario se paseó protocolariamente escoltado, y no quería más fotos que las oficiales ni por supuesto declaraciones fuera de agenda. Un chaval completamente normal, que no aspira a la chulería que muchos pillan del éxito. Sólo quiere cantar, y en el escenario igual.

Curioso para el que era indiscutiblemente el cabeza de cartel, y para cuya actuación se atrincheraron centenares de fans en el césped horas antes de su turno. "Venimos desde Murcia solo por él", dice Maricarmen, con cuatro amigos, sentados en plena actuación de Ava Max esperando junto a varios carteles de apoyo al ídolo.

La estadounidense, superestrella en su Milwaukee natal, tuvo una buena presencia bajo las luces, pero quizá no tan buena acogida porque el público aguardaba el 'Quédate'. Algo parecido le pasó a Ofenbach, un dúo conocido en la música EDM pero a los que hasta algunos fans no habían visto la cara nunca. "Búscalos en Spoty, son muy buenos", nos decía Alfonso, uno de los espectadores más mayores y que no creo que superase por mucho la treintena.

Es el caso contrario de Ozuna, Estopa o María Becerra. El de Puerto Rico parecía empujado por los fuegos artificiales que le acompañaron en su turno, los catalanes metieron la parte nostálgica (además de un poco millenial) y la Nena de Argentina arrasó con una sonrisa tan contagiosa como su música.

Lo siento por ellos, porque creo que nadie pudo hacer sombra a Quevedo incluso con su soledad sobre el escenario. "Hasta Lorca te escucharía", se leía en un cartel que a lo mejor se refería a Góngora, el mayor enemigo del Quevedo literario. Pero es que al canario no se le conoce antagonista.

Miento: solo José, de 71 años y originario de Cuenca, se atrevió a decirme a escondidas que "su voz parece que sale del culo", claramente por pertenecer a otra generación. El resto de los 24.999 espectadores gritó hasta la afonía el 'Quédate', y supe que ese era el momento de salir corriendo a por la moto. Ya estaba todo dicho, y bastante atasco hubo a la entrada.

PD. Deseando que llegue ya el próximo CCME. Siempre te lo pasas de miedo.

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