NOCHES DEL BOTÁNICO

La tormenta musical de The Roots enciende la noche madrileña

Questlove, Black Thought y los diez músicos que forman The Roots ofrecieron en las Noches del Botánico un concierto tan explosivo como sorprendente. Dos horas de música de verdad para el recuerdo en el que mezclaron con maestria hip-hop, R&B, Funk, Rock y más.

The Roots en las Noches del Botánico

The Roots en las Noches del BotánicoFer González

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Qué bonito es ir a un concierto dispuesto a dejarte sorprender. Y qué maravillosamente bien organizadas están las Noches del Botánico. Eso es exactamente lo que me sucedió con la legendaria banda estadounidense The Roots, en uno de los mejores conciertos que he visto en mucho tiempo.

Soy un amante de la música en directo en todos sus formatos: desde los grandes festivales y estadios, pasando por las salas pequeñas, hasta los ciclos de conciertos. Y para esto último, ninguno mejor que el que se celebra desde 2016 en el Real Jardín Botánico Alfonso XIII, en la Universidad Complutense de Madrid.

Cada año, cuando anuncian su cartel, me entran ganas de ir a la mitad de sus conciertos. Este año me apunté a tres: el de Morrissey, que fue cancelado desgraciadamente; el de James y Teenage Fanclub, que aún no ha tenido lugar; y el de The Roots.

Conocía a este grupo tan inclasificable como genial, que mezcla hip hop con todos los estilos que te puedas imaginar, principalmente por ser la banda del programa de Jimmy Fallon. Soy muy fan de Questlove, tanto como músico como por su carisma, y había escuchado varias de sus canciones, pero no los conocía en profundidad.

Al investigar un poco más, descubrí que están considerados una de las mejores bandas en directo del mundo. Tenía que comprobarlo. Y no defraudaron.

El concierto fue dos horas de absoluta locura musical y felicidad, un festín para melómanos, bailongos, hiphoperos y amantes del groove.

Estamos ante una banda soberbia, formada por nada menos que diez músicos, con Questlove a los mandos de la batería y Black Thought como rapero y showman principal. Les acompañan un bajista, dos teclistas, un DJ con batería electrónica, un guitarrista brillante y una sección de tres vientos en la que destaca el incansable Tuba Gooding Jr.

Arrancaron con ECK / Respond/React, y a partir de ahí el concierto fue una sucesión de temazos que repasaron más de 30 años de carrera, salpicados con algunas versiones sorprendentes.

Sobre una sólida base de hip hop, viajaron rápidamente por el soul, el jazz, el rock, el funk y el R&B, en una mezcla magistral de estilos y con un flow que pocas veces he experimentado en directo.

Estás viendo a The Roots, pero sientes las influencias de Stevie Wonder, James Brown, Sly Stone, George Clinton, Marvin Gaye, Nina Simone… Todos esos gigantes que han sentado las bases para que una banda como esta exista.

Todas las canciones sonaron espectaculares, pero si tuviera que destacar una, sería “Act Two (Love of My Life)”, del aplaudido álbum Things Fall Apart (1999).

El único momento un poco más flojo —aunque musicalmente igualmente brillante— fue hacia el final, cuando la banda se lanzó a una locura de larguísimos solos para el lucimiento individual de sus miembros. En esa parte llegaron a sonar, entre otras referencias, el ritmo de Seven Nation Army y el riff de The Immigrant Song de Led Zeppelin. Divertido, pero quizá algo excesivo en duración.

Aun así, Questlove y compañía supieron reconducir la nave y llevarla a buen puerto, cerrando por todo lo alto con una frenética medley de “The Seed (2.0)”, mezclada con “Move On Up” de Curtis Mayfield y el icónico sample de Apache.

Y justo al terminar… comenzó a llover en Madrid. Hasta la tormenta esperó a que The Roots, estos genios de Filadelfia, finalizaran su épica actuación. Y nosotros pudimos disfrutarla hasta el último acorde.

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