VISTO EN X
Una chica desata una ola de empatía al relatar su visita a la ginecóloga: "Me sentía tratada como un objeto"
El testimonio viral de Carol, una joven periodista, ha vuelto a poner el foco en la violencia ginecológica y ha encendido una conversación colectiva sobre la urgencia de repensar la atención sanitaria a las mujeres.

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A lo largo de los años, numerosas mujeres han denunciado sentirse desatendidas, ignoradas o incluso infantilizadas durante sus visitas al ginecólogo. Desde diagnósticos apresurados hasta la normalización del dolor menstrual, pasando por tratamientos estándar sin explicaciones claras ni estudios previos, la atención ginecológica sigue siendo, para muchas, una experiencia marcada por la falta de empatía, información y perspectiva de género. En este contexto, el testimonio de Carol, una joven periodista y creadora de contenido, ha reavivado el debate sobre la violencia ginecológica en el sistema sanitario español.
Carol, comunicadora audiovisual, se hizo viral recientemente tras compartir en redes sociales un vídeo en el que relataba una experiencia personal vivida en una consulta ginecológica. Lo que comenzó como un desahogo terminó por abrir una conversación sobre el tema y generando una ola de apoyo. Su testimonio, publicado en su cuenta de X (antes Twitter) @_fisuras, ha alcanzado a cientos de miles de personas.
"Esta minimización del dolor menstrual es una forma de violencia ginecológica que me niego a normalizar", afirma Carol en el vídeo. Según explica, acudió a la consulta por un dolor menstrual muy intenso. Sin embargo, la profesional no le realizó ninguna prueba diagnóstica, como una ecografía endometrial, que pudiera ayudar a determinar la causa del dolor. En su lugar, le ofreció únicamente dos alternativas genéricas para aliviar las molestias.
La primera fue iniciar un tratamiento con píldoras anticonceptivas, opción que Carol rechazó de inmediato: "La descarté enseguida; tiene tantos efectos secundarios que podrías hacerte un vestido con el prospecto”, comentó con ironía. La segunda propuesta fue la colocación de un DIU (dispositivo intrauterino), sobre el cual tenía escasa información.
Intrigada y preocupada, decidió investigar por su cuenta y descubrió datos que la indignaron profundamente. Según relata, en la Comunidad de Madrid, cuando se receta un DIU hormonal a través de la sanidad pública, es la paciente quien debe comprarlo en la farmacia, con un coste de 160,69 euros. Además, criticó el procedimiento de inserción —que suele realizarse durante la menstruación, precisamente cuando más dolor siente—, los posibles efectos secundarios y la falta de información médica al respecto. Cuando expresó su preocupación por las molestias que podría causarle el proceso, la respuesta de la ginecóloga fue escueta: "Tómate un ibuprofeno".
El testimonio de Carol ha generado una oleada de reacciones en redes sociales, donde miles de mujeres han aprovechado para compartir sus propias vivencias, muchas de ellas marcadas por la desinformación, la desatención y la falta de sensibilidad profesional.
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