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Bianca Censori pasea con lencería comestible de caramelos en pleno Brooklyn
Bianca Censori vuelve a dejar sin palabras a Nueva York. La pareja de Kanye West ha sido fotografiada paseando por las calles de Brooklyn con un conjunto tan provocador como peculiar: lencería hecha de caramelos. Una aparición pública que reaviva la polémica en torno a sus looks cada vez más extremos.

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Bianca Censori ha vuelto a convertirse en el centro de todas las miradas. La diseñadora y actual pareja de Kanye West ha sido captada caminando por las calles de Brooklyn ataviada con un conjunto de lencería comestible, confeccionado únicamente con caramelos. Una imagen que, una vez más, reaviva el debate en redes sociales sobre los límites del estilismo y el decoro.
El conjunto, formado por un sujetador y unas bragas hechas de dulces, dejaba poco a la imaginación y transformaba literalmente la vía pública en una pasarela con sabor a azúcar. A su lado, Kanye West lucía una sudadera oversize y pantalones largos en tonos grises, un contraste que no hizo sino acentuar aún más el efecto mediático del look de Bianca.
La escena no ha tardado en hacerse viral. El estilismo de Censori, que ya había sido criticado por aparecer semidesnuda en otras ocasiones, vuelve a desafiar los códigos tradicionales de la moda. Esta vez, no solo por la escasa cobertura del atuendo, sino por la naturaleza comestible del material, que recuerda a los accesorios de chucherías que marcaron una época… pero elevados a la categoría de ropa exterior.
Desde que la pareja retomara su relación el pasado abril, sus apariciones públicas han sido tan llamativas como imprevisibles. Bianca ya sorprendió en Manhattan hace apenas una semana, al despojarse de casi todo su vestuario y dejar al descubierto una chaqueta entallada sin nada debajo. Ahora, con esta lencería de caramelo, confirma que su estilo sigue sin dejar indiferente a nadie.
Mientras algunos califican la propuesta como arte performativo y una forma de cuestionar las normas del vestuario, otros lo ven como una simple provocación vacía. Lo que está claro es que, en términos de impacto, Bianca Censori ha vuelto a cumplir su objetivo.
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