CITA CURIOSA
Así es la viral y curiosa cita entre dos "cayetanos" que ha revolucionado las redes sociales
Alberto y María han compartido en sus redes sociales cómo ha sido su segunda cita y los comentarios de los usuarios no se han hecho esperar.
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Qué bonito es el amor, sobre todo en sus principios: los nervios en las primeras citas, las ganas de hacer todo tipo de planes para conocer a la otra persona, la necesidad de mostrar nuestros lugares favoritos de la ciudad… Sin duda, estas son experiencias universales y nadie se salva de ellas. Tampoco los "cayetanos", tal y como hemos podido ver en un vídeo que ha dado mucho de qué hablar en Twitter/X durante las últimas horas.
En dicho vídeo podemos ver a Alberto y a María, los protagonistas de la historia, teniendo su segunda cita en la zona que rodea a la famosa y madrileña Puerta de Alcalá. En el vídeo, Alberto y María van a tomar un café, visitan un escaparate de la marca de joyería Suarez (y Alberto bromea, sin mucha gracia, sobre que todavía es muy pronto para pensar en anillos), toman algo en Aarde y, finalmente, van al Parque del Retiro para disfrutar del atardecer. "Pues yo creo que no ha ido tan mal, ¿no?", dice Alberto al final del vídeo.
Por supuesto, la reacción de los usuarios no se ha hecho esperar. Hemos podido leer todo tipo de comentarios sobre la peculiar cita de Alberto y María, comentando desde sus curiosos vesturiados (algunos usuarios han dicho que María va vestida como "la señora de los anuncios de La Lechera") hasta los sitios tan pijos que han visitado y pasando por el destacable hecho de que en toda la cita apenas se han movido de la misma plaza.
"Me perdí este capítulo de El Secreto de Puente Viejo", ha bromeado un usuario. "Los estilismos podrían ser del Cuento de la Criada perfectamente", "Qué cita tan completa, no se han movido del mismo lugar", "Estoy por apostar que son primos de los que salían en el vídeo de Amo a Laura", han sido algunos de los comentarios más aplaudidos. Desde luego no es, ni mucho menos, la cita de nuestros sueños, pero, oye, cada uno con sus gustos.
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