REVANCHISMO ILUSTRADO
Este youtuber murió oficialmente para recuperar el dinero de un vuelo que perdió
Las políticas de las aerolíneas en lo referido a equipaje o devoluciones pueden ser un auténtico infierno para la gente de a pie. Cuando Max Fosh descubrió que no le reingresaban el dinero de un vuelto, decidió tomar cartas en el asunto y morir de forma oficial para poder recuperarlo.

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Seguro que te ha pasado alguna vez: tienes un viaje planeado, todos los tickets comprados, estás con total disposición de pasar unas vacaciones increíbles… y una emergencia lo tumba todo. Ese es el momento de cancelar tickets, tours, viajes y todo lo que haga falta. Por supuesto, te acabas encontrando con algunos baches y, entre ellos, se encuentran las aerolíneas. Estos servicios suelen ser los que tienen políticas más complicadas y los que más difícil ponen cancelar sus servicios. Eso le pasó al youtuber Max Fosh que, tras tener que cancelar un vuelo, descubrió que solo había una condición bajo la cual le devolvieran el dinero: fallecimiento.
Herido en el orgullo y con muchas ganas de revancha, decidió tomar ese camino y ser declarado muerto de forma oficial para lograr su objetivo. ¿Cómo? Muy sencillo: con la ayuda del Principado de Seborga. Esta región de Italia se proclama como independiente bajo un tecnicismo que aseguran que les excluye de la unificación italiana de hace siglos. Cuentan con su propia moneda, pero no con el reconocimiento de la comunidad internacional. No obstante, tras contactar Fosh con ellos, accedieron a ayudarle. El creador de contenido visitó la micronación, con un recibimiento con honores, y acabó recibiendo de manos de la princesa de Seborga un certificado de su defunción.
Después de eso solo quedaba volver a casa, tener un funeral y documentarlo todo con fotografías y otros papeles. Acto seguido juntó todo y mandó la reclamación a la aerolínea en cuestión. Cinco días más tarde, la empresa le respondió admitiendo a trámite el reingreso de dinero y solicitando los datos para ello. Es aquí donde entra el abogado de Max Fosh, que se opuso firmemente a que continuara con ello. No era un fraude, porque era recuperar su dinero; pero sí era fraudulento. Ante la posibilidad de que eso escalara a mayores de formas inesperadas, el youtuber se dio por satisfecho sin recibir finalmente su dinero. En el aire queda, eso sí, el aspecto final que tendrá su página de Wikipedia.
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