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El kebab más dulce: se hace viral por servir helado de chocolate en forma de durum
Un establecimiento ha revolucionado las redes sociales al ofrecer helados de chocolate inspirados en el clásico kebab. Con un trompo de chocolate y una presentación que imita al durum, esta original propuesta gastronómica ya acumula millones de visualizaciones y ha generado un intenso debate entre los usuarios.
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Parece un kebab, pero no lo es. En lugar de carne asada, lo que gira sobre el trompo es una gigantesca barra de chocolate helado que se va cortando en finas láminas con la misma técnica que se emplea en los locales de comida turca. Las virutas de chocolate se colocan sobre una base que recuerda al pan de pita, se enrollan como un durum y se sirven al cliente como si fuera una cena salada. Pero es, en realidad, un postre.
La propuesta, que ya circula por miles de cuentas en TikTok e Instagram, ha despertado una oleada de curiosidad —y también cierta polémica— por su presentación poco habitual para un helado. Lo que para algunos es una genialidad digna de fotografiar y subir a redes, para otros resulta visualmente desconcertante.
El precio oscila entre los 6 y 8 euros por unidad, dependiendo del tamaño y de si se añaden toppings como fruta, siropes o nata montada. A pesar del coste, la clientela parece estar dispuesta a pagar por la experiencia, especialmente en verano y en zonas turísticas, donde el fenómeno ha encontrado su público más fiel.
Más allá del revuelo estético, la técnica de servir chocolate en forma de kebab no es del todo nueva. En algunos países europeos ya existían versiones similares, aunque esta adaptación al formato helado parece haber dado en el clavo en términos virales. En el vídeo que más ha circulado hasta ahora, se ve a un empleado cortando el chocolate con precisión y montando el "helado durum" mientras la cola de clientes crece en la puerta del local.
La mezcla de sorpresa y el eterno atractivo del chocolate han convertido a este curioso postre en uno de los virales gastronómicos del momento. Solo queda comprobar si esta moda será flor de un verano o si terminará asentándose en la oferta de los foodies más atrevidos.
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