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CADA AÑO MÁS DE LO MISMO

Casi es febrero y te voy a contar todos los propósitos de Año Nuevo que no vas a cumplir

El 2017 quedó atrás, y con él un montón de promesas incumplidas. Promesas, objetivos, metas, llámalo como quieras. El caso es que, con el nuevo año, confías en poder materializarlas, pero no es tan fácil. El problema radica en el hecho de que quizá la ambición y el número de metas está por encima de tus posibilidades o de tu capacidad de sacrificio. Deberías planteártelo de otra manera, pero nunca lo haces. Ya casi es febrero y mira.

-Propósitos de Año Nuevo

Propósitos de Año NuevoAgencias

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¿No tenéis la sensación de que cada año la Navidad empieza antes?, de seguir así, dentro de poco empezará tan pronto que siempre será Navidad. Verano en Navidad, ¿te imaginas?, tumbado en tu tumbona, en bermudas y chanchas, comiéndote un helado de turrón mientras por la megafonía de la piscina suena 'Jingle Bells'. Yo soy bastante pro-navideño, así que no tendría ningún problema, me veo en esa tumbona.

Santa Claus en la paya
Santa Claus en la paya | Agencias

Desde hace unos años podríamos decir que la Navidad arranca con el 'Black Friday'. Fecha perfecta donde las haya para dar el pistoletazo de salida a las extenuantes y estresantes compras de regalos. De hecho, más del 50% de esos regalos se compran durante el Viernes Negro. Este va a ser probablemente el único deporte que practiques durante esas semanas.

Me refiero a entrar y salir de centros comerciales, a subir y bajar las escaleras de esos centros comerciales, a cargar bolsas y a correr hacia la siguiente oferta. El resto de tus prácticas deportivas consistirán básicamente en destrozar tu sistema digestivo y tus pulmones.

Por no hablar de la atrofia mental transitoria que se apoderará de tu cerebro. Durante ese puñado de días tus neuronas vivirán en una especie de Hotel Resort con buffet libre y jacuzzi del que, obviamente, les será muy difícil salir. Comer, beber, fumar, ver tele-basura, ir a fiestas, abrir regalos, es muy fácil convertirse en un 'yonqui de la Navidad'.

Arthur Christmas
Arthur Christmas | Agencias

De repente, ya casi se ha ido enero y casi febrero. Las vacaciones se han terminado. Hace frío, mucho frío. Suena el despertador, son las 7, aunque podría ser peor, podrían ser las 6. Encima es lunes, eso quiere decir que te espera una dura y larga semana de trabajo y estrés. Todo se te empieza a hacer muy cuesta arriba y ni si quiera has salido de la cama.

Piensas: “joder, me podría haber tocado la lotería,” pero no te ha tocado, tu nómina sigue siendo la misma de siempre y tu oficina también, un pequeño edificio ubicado a las afueras de la ciudad. Eso quiere decir que tu tiempo se agota y todavía tienes que desayunar, ducharte y coger el metro. Pero prefieres quedarte en esa burbuja de calor y confort que te proporciona el nórdico divagando sobre cosas como: “Venga, levántate, no seas vago, esta no es la actitud, es Año Nuevo, te has propuesto un montón de cosas que sabes que vas a cumplir”.

Pero el discurso de auto-superación no surte efecto y continúas atrapado en tu cama como un insecto en una telaraña.

Hombre atrapado en su nórdico
Hombre atrapado en su nórdico | Agencias

El año pasado quisiste dejar de fumar, y al anterior, y al otro, pero nunca encuentras esa excusa perfecta, siempre hay un café, una cerveza o una copa a la que aderezar con un poquito de nicotina. Si dejases de fumar, te dices a ti mismo, quizá sería más fácil salir a correr o apuntarte al gym, el año pasado apenas fuiste un par de semanas y fue sólo porque querías acostarte con una chica con la que coincidiste en spinning.

Si hicieras un poco de deporte podrías salir del sempiterno 'club de los fondones'. Tendrías mejor aspecto y mejor salud mental, liberarías dopamina, serotonina, noradrenalina, mejorarías tus funciones cognitiva y sensorial y un montón de cosas más. Esto quizá te ayudaría a apuntarte a inglés o a esa academia de oposiciones. En fin, tendrías un subidón de autoestima y quizá podrías conocer a alguien, casarte, tener hijos… pero a medida que todo ese montón de 'propósitos de Año Nuevo' se agolpan en tu cabeza tus párpados se cierran y te duermes.

Obviamente vas a llegar tarde al trabajo.

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