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HABLAMOS CON EL HUMORISTA DE ARTE, LIBERTAD Y LOS LÍMITES DEL CÓMICO

Miguel Lago: "Debemos dejar de dar categoría a quienes quieren poner límites al humor y a los permanentemente ofendidos"

¿Deberíamos evitar ciertas temáticas para no herir sensibilidades? ¿Debería tener límites el humor? Las bromas machistas que inundaban las películas de Pajares y Esteso son impensables hoy en día, pero… ¿Quién decide si debe o no existir una línea roja infranqueable o dónde debería dibujarse? Hablamos de arte, libertad y de ofendidos con el cómico Miguel Lago.

-Miguel Lago, en su nuevo espectáculo en Madrid

Miguel Lago, en su nuevo espectáculo en MadridFoto: Javier G García

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Existen temáticas que, al tomar forma de chiste, funcionan mejor que otras: el sexo, el ligoteo y las relaciones de pareja se cuentan entre las infalibles, pero ninguna de ellas forma parte de la atrevida y provocadora apuesta de Miguel Lago para su nuevo espectáculo. De hecho, el humorista ha convertido a la muerte en una de las protagonistas: “No fue buscado, pero es verdad que me ha quedado muy negro. A lo mejor es que uno va cumpliendo años y se va planteando cosas…”.

Lago se muestra contrario a la imposición de límites temáticos. “No concibo el humor de una manera que no sea libre, porque el humor es arte y el arte es esencialmente libertad”, estima. Admite, no obstante, que en sus chistes el poderoso es siempre quien sale peor parado: “Es la forma de reírse con algo o con alguien – y no de algo o de alguien-. Si en una broma sobre un colectivo soy yo quien queda mal, la broma funciona, porque yo soy el antihéroe o el villano”.

En su opinión, deberíamos dejar de dar categoría “a los permanentemente ofendidos, a los que quieren censurar y a los que quieren limitar el arte”. Considera que actualmente se da más voz “a los cuatro que se enfadan que a los 4.000 que lo disfrutan”.

No puedo permitir que me afecte el comentario negativo de un desconocido desde su casa

Admite que hubo una época en la que le afectaban los comentarios en redes sociales, pero con el tiempo ha aprendido a desdramatizar: “He tenido fines de semana jodidos por algo que he dicho y se ha viralizado, y no es para tanto”. “Igual que no puedo permitir que los comentarios positivos me hagan perder el foco sobre quién soy y dónde estoy, no puedo permitir que me afecte el comentario negativo de un desconocido desde el teléfono móvil en su casa. Ni siquiera un millón”, insiste.

Nos cuenta que varios protagonistas de sus chistes han acudido a ver los espectáculos en los que eran mentados, y lo han recibido como lo que era: un conjunto de bromas. Lago pone como ejemplo de actitud el reciente tuit de Pablo Echenique, con el que dejaba constancia de un gran sentido del humor:

El humorista entiende que, del mismo modo que él se expone a no gustar o a que el público se enfade, cualquier personaje público se presta a ser objeto de una parodia. “Si a todo el mundo le parece un halago que Carlos Latre o Raúl Pérez les imite, debería ser un halago que un humorista haga parodia o sátira de un personaje público”, añade.

debería ser un halago que un humorista te haga parodia

La proximidad de la celebración del Día Internacional de la mujer nos conduce a evaluar la presencia del machismo en los chistes. Lago considera razonable que se hagan menos burlas de ese tipo que hace años, “porque vamos evolucionando y porque también hay cierto miedo a que te caiga la del pulpo”, bromea. El humorista participará junto a su familia en la huelga del 8 de marzo: “Lo haremos para que mis hijos entiendan qué es una huelga y por qué se hace, para que mi hija entienda a qué se tendrá que enfrentar como mujer, y para que mi hijo entienda lo que está pasando con las mujeres”.

Para los interesados: 'Miguel Lago pone orden’ con su espectáculo cada viernes en el Teatre Poliorama de Barcelona, y cada sábado en el Teatro Reina Victoria de Madrid.

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