@BECARIA

Testimonios de espíritus en hospitales y otros muertos del Más Allá

En la víspera de la solemne celebración cristiana del Día de Todos los Santos, o el Día de los Muertos, como al resto de mortales nos gusta llamarlo, he estado hablando con varias personas vivas sobre difuntos y la muerte, y también sobre apariencias del Más Allá y del Más Acá con profesionales sanitarios, un gremio que siempre tiene algo que contar de nuestro único destino claro; que algún día indeterminado la acabaremos palmando.

Sombra en el pasillo de un hospital

Sombra en el pasillo de un hospitaliStock

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De paseo con dos ataúdes en la baca del coche

Hablando con César, hombre de mediana edad, me cuenta que a finales de los años 70, su padre trasladó de un cementerio a otro un par de ataúdes utilizando su coche particular. "Yo era muy pequeño, pero recuerdo que llamaron a mi padre del cementerio porque se le acababa el tiempo de estancia a mi bisabuelo en el nicho y en vez de renovar, cogió y fue a por su ataúd y el de su abuela para juntarlos con mi abuelo, el hijo de ambos, que estaba en otro cementerio cercano en un pueblo de Ávila". Suena a chiste de Gila, pero teniendo en cuenta aquellos tiempos remotos en los que aún estaba caliente el cuerpo y el alma del dictador monórquido, sin redes sociales ni posibilidad de viralización, todo en Celtiberia parece posible. "En vez de contratar un coche de la funeraria, puso en la baca del coche los ataúdes y se encargó él mismo del traslado. No le paró la Guardia Civil ni nada. No debía de ser muy legal, pero tampoco había los controles que hay ahora y llegó sin problema al cementerio de destino", concluye César.

La señora del Más Allá en una UCI madrileña

Rosa, enfermera de UCI en Madrid, me cuenta que una señora que falleció en su Unidad de Cuidados Intensivos se aparece con regularidad a los enfermos: "Algunos pacientes del box 10 de mi UCI, en uno de los más grandes hospitales de Madrid, aseguran haber visto a una señora mayor a los pies de la cama, la descripción siempre coincide con una mujer que un año atrás había finado en ese mismo box". Quizás esta casualidad podría ser fruto de la medicación de estos enfermos, pero Rosa asegura su existencia "porque la han visto diferentes pacientes que no se conocen y en diferentes momentos", un argumento que no solo ella mantiene en este tipo de anécdotas fantasmagóricas. Según comenta, esta señora sigue preocupada por la salud de los enfermos vivos y se sigue apareciendo: "Va vestida con ropa de calle de mujer mayor, pendientes de perlas y tiene el pelo blanco. Se queda a los pies de la cama. Aparece y desaparece". Me comenta también que entre los sanitarios, al principio, todo son risas, pero luego ya se toman con naturalidad estas visitas del Más Allá. "Aunque yo nunca la he visto", concluye.

El niño que pasea por un hospital de Barcelona

Siguiendo el mismo ritual de la anciana fallecida que se aparece en la UCI madrileña, Ana, enfermera de un hospital de Barcelona, comparte una de sus experiencias espectrales en el trabajo: "No pocos pacientes nos han comentado y comentan cuando entramos en las habitaciones de la planta segunda a cambiarles o darles la medicación, que cuando estaban solos había entrado un niño que se paseó hasta la ventana y se fue. Al principio pensamos que podía ser el familiar de algún enfermo que se colaba, pero cuando la historia se fue repitiendo en el tiempo y siempre era el mismo niño con la misma ropa y haciendo lo mismo, ahí llegamos a la conclusión de alguna visita particular, todo un misterio".

Llantos de bebé en un antiguo hospital en Madrid

"Me contrataron para vigilar un edificio que antiguamente fue un hospital y yo no lo sabía. Oí ruidos en uno de los pasillos del segundo piso, y al subir a ver si era alguien robando o a ver qué pasaba, vi a dos bebés llorando en medio del pasillo", comenta Aurelio de Madrid, un usuario de Facebook con un árbol de la vida en la foto de perfil. Aún congestionado, añade: "bajé a la garita, me puse a googlear y vi que había algún blog que hablaba de sucesos paranormales alrededor de este edificio, y ahí me quedé hasta la mañana siguiente que pedí el traslado, yo solo quiero trabajar tranquilo".

Una monja que deambula con el hábito por un hospital de Gijón

"Todo el mundo sabe lo de la sombra que aparece por la tercera planta de Cabueñes y la monja que se anda paseando por Jove", cuenta Alberto, enfermero de los dos hospitales públicos de Gijón. "De hecho, yo vi una vez la sombra de la tercera de Cabueñes y estaba un compañero conmigo. Ambos quedamos alucinados, por supuesto".

Mezclar papeles religiosos con ilusiones inertes del Más Allá es para descolocarle las endorfinas a cualquiera. ¿Por qué una monja?: "En Jove, antiguamente, las monjas de clausura hacían noche con los pacientes. Unas fueron jubilándose, otras marchando, y se cuenta que, en una noche, una monja murió haciendo su guardia, y esa es la que se pasea por allí. Varias personas me lo contaron. Quien la ve, la ve con hábito y en sitios diferentes, ha sido gente que no se conoce entre sí". Tal y como lo cuenta Alberto, casi es para creérselo y buscar una ouija en Todocolección para contactar con la susodicha monjita y hacerle una entrevista. "Yo en Jove trabajé varios años y nunca la vi, pero a día de hoy aún se comentan sus apariciones", insiste.

¿Es posible creer en el realismo mágico de seres de una tercera dimensión trabajando codo con codo con la ciencia? Alberto no lo duda: "El personal sanitario tenemos que creer en algo, creemos en muchas cosas: en el gafe o en que 'la de la guadaña' no da los viajes en balde. No estarás en una planta donde se te muera solo uno, se te morirán de tres en tres, de cuatro en cuatro... A veces no tenemos explicación para las cosas que nos pasan. Algo hay ahí que lo manipula todo, y yo no creo en Dios, solo que a mí en una noche se me llegaron a morir 3 sin saber por qué y yo sí he visto la sombra de la tercera".

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