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La increíble historia detrás de la colección secreta de vinilos de la Casa Blanca

El redescubrimiento de una institución creada bajo Nixon, enormemente expandida bajo Carter y que cayó en el olvido bajo Reagan: la Biblioteca de álbums de la Casa Blanca.

Colección de vinilos tras una caja fuerte

Colección de vinilos tras una caja fuerteRawpixel / Flickr

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El protagonista de esta fascinante y sorprendente noticia es el artista John Chuldenko, que probablemente no os suene de nada pero que es el nieto del expresidente de Estados Unidos Jimmy Carter.

Durante unas vacaciones familiares en 2008 Jeff Carter, el tío de John e hijo de Jimmy, empezó a contar una anécdota sobre cómo tras una cena oficial en la Casa Blanca a finales de los 70 él estuvo escuchando vinilos de los Rolling Stones y bebiendo vino con unos amigos.

Chudlenko quedó intrigado por la anécdota y le preguntó a su tío el origen de esos vinilos y la respuesta hizo que le explotara la cabeza, la Casa Blanca tenía una colección oficial de discos.

Nunca había oído hablar de tal colección, no había visto noticias al respecto, ni vídeos ni nada que lo confirmará por lo que decidió ponerse a investigar.

Poco después de las vacaciones, Chuldenko decidió comunicarse con la oficina del curador de la Casa Blanca para confirmar y, para su sorpresa, se comunicaron con él unos días después.

Confirmaron la existencia de la colección de discos de la Casa Blanca, pero dijeron que estaba almacenada en una instalación segura en un almacén que no tenía permitido visitar.

Chuldenko rápidamente comenzó a planificar el viaje y se acercó a algunas de las personas que curaron la colección, como el crítico de jazz Bob Blumenthal y uno de sus asesores, Kit Rachlis, quienes finalmente lo acompañaron a la Casa Blanca más tarde ese año, solo unos días antes. Navidad en 2010.

Tuvo que insistir varias veces y hacer repetidas peticiones antes de que las oficinas de la primera dama Michelle Obama accedieran a que visitara la colección archivada.

"Entramos y todos están en estas cajas de cartón", recuerda Chuldenko sobre la visita. "Y es como, guau. Aquí estoy en la Casa Blanca, abajo en la sala de cine, investigando estos discos que están guardados en carpetas con sellos presidenciales. Es lo mejor para un coleccionista de discos. Es la colección de discos más exclusvia del mundo, probablemente”.

Pasaron varias horas buceando, escuchando discos en el cine de la Casa Blanca hasta que tuvieron que irse. "Volvimos a colocar todo donde pertenecía y entraron con estas plataformas rodantes y comenzaron a llevarse estas cajas de cartón llenas de discos, y creo que fue en ese momento cuando me di cuenta de que iban a llevar esto de vuelta a la instalación de almacenamiento seguro", sentenció Chuldenko

A través de la visita, toda la investigación y posteriores entrevistas consiguió desentrañar la historia y los origines de esta impresionante colección que había caído en el olvido.

 

La historia y el final de la legendaria colección de vinilos

El primer volumen fue creado durante la administración de Nixon y presentado a la primera familia en 1973, contenía más de 1800 LP y fue curada por el legendario compositor Johnny Mercer. us selecciones iban desde Elton John y The Doors hasta cosas más clásicas como Perry Como, Frank Sinatra, Don Ho y Pat Boone.

El segundo y último volumen de la colección, presentado a los Carter en 1981, tenía mucho más rock and roll e incluía discos de artistas como Chuck Berry, Neil Young y Bob Dylan, junto con algunos discos a los que Chuldenko ha calificado como controvertidos.

"El primer disco de Clash está ahí, los Sex Pistols están ahí", dice. "Rocket to Russia está allí de The Ramones. Tienes Funkadelic allí. Hay algunas cosas que no esperarías que estuvieran en la biblioteca de discos de la Casa Blanca", asegura Chuldenko.

Trágicamente, poco después de que esos vinilos llegaran a la Casa Blanca en 1981, fueron trasladados a un lugar de almacenamiento. Probablemente Reagan no fuera el mayor fan de toda esta música punk con mensajes como "La revolución no será televisada".

Chuldenko se propuso hacer un documental sobre esta biblioteca olvidada, pero nunca pudo conseguir la financiación. Aún así, logró convencer a la Casa Blanca de sacar sus discos del almacenamiento, razón por la cual conocemos la colección hoy. El nuevo plan de este artista es agregar una tercera entrega a la biblioteca, pero en forma de lista de reproducción escrita con contribuciones de personas destacadas.

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