WIZINK CENTER

The National ascienden a los altares de la música en directo en Madrid

The National demostraron en el Wizink Center que son uno de los reyes incontestables del rock alternativo con un concierto épico de dos horas y media y 29 canciones en las que presentaron sus últimos dos discos e hicieron un extenso repaso a su carrera.

Matt Berninger durante el concierto en Madrid

Matt Berninger durante el concierto en MadridEFE/Rodrigo Jiménez

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Hay ciertas características que tiene que tener un concierto para que yo lo considere épico y el de The National sin duda lo fue. Tiene que ver con la calidad musical, con el sonido, con la intensidad, con la comunión entre los artistas y el público, con la atmósfera y con la duración del concierto.

La primera vez que vi a The National fue en 2019 en el Mad Cool y la experiencia fue muy distinta. Yo no los conocía tanto, estaba bastante alejado del escenario y no estaba prestándole al concierto toda la atención que merecía.

The National es una de esas bandas llenas de complejidad e intensidad en las que tienes que sumergirte y poner de tu parte para enamorarte de su música si no los conoces. Aunque tienen un montón de temazos, muchos de ellos con estribillos pegadizos y momentos coreables, están lejos de ser tan fáciles como otras bandas indie, por ejemplo, Arcade Fire.

El grupo de Ohio volvían a España cuatro años después, cuatro años en los que ha pasado de todo. La pandemia provocó un parón en la banda cuyos miembros aprovecharon para estar en casa y dedicarse a sus proyectos personales. Aaron Dessner ha producido dos discos de Taylor Swift y otros de Ed Sheeran, Bryce Dessner ha compuesto varias bandas sonoras, Matt Berninger sacó un disco en solitario en 2020 y luego descendió en 2021 a un bloqueo creativo y depresión de la que le ha costado mucho salir.

La pandemia podría haber significado el fin de The National pero ha significado justo lo contrario y han vuelto más fuertes que nunca sacando dos discos en un mismo año, primero First Two Pages of Frankenstein en abril y Laugh Track en septiembre.

La calidad musical en The National es innegable y en su concierto en el Wizink Center lo demostraron una vez más. Los hermanos Dessner son dos genios que hacen magia con sus guitarras intercambiando riffs, texturas, ambientes y solos de lo más interesante. Scott Devendorf es un bajista solido y su hermano Bryan es sin duda uno de los mejores baterias de la escena indie rock. Y finalmente esta Matt Berninger, el carismático lider de la banda que cautiva al público con su profunda voz baritono, sus poses, sus gritos y su gusto por bajar a correr entre el público.

El sonido en el Wizink Center siempre me ha parecido exquisito, sobretodo cuando no está lleno todo el recinto y tanto la parte de atrás del escenario como las gradas de arriba están cubiertas de telas que absorben el sonido evitando que este rebote.

La intensidad estaba por las nubes y poco a poco el público fue metiéndose en el concierto hasta que en la parte final del mismo la comunión entre banda y fans era total.

Por último, y esto para mi es lo más clave, tanto la duración del concierto como el setlist del mismo fueron apabullantes. A una banda como The National con casi 25 años de carrera, 10 discos de estudio y que cobra más de 50 euros por entrada le exijo que de un concierto a la altura.

El concierto fue épico por todo lo que he comentado, por lo que me hicieron sentir y porque tocaron 29 canciones en dos horas y media presentando sus dos últimos trabajos de estudio pero tocando al menos una canción de cada uno de sus discos anteriores.

La única que pega que puedo ponerle es que es la primera vez que he ido a un concierto en el Wizink Center en que la zona de pista estaba divida en dos, algo que no me gusta nada pero que parece que va a hacerse cada vez más común.

The National entran con este tipo de concierto tan grandioso en la parte baja del club de grupos como The Cure, Pearl Jam o Bruce Springsteen y se alejan de todos esos grupos, me viene a la mente en concreto Red Hot Chili Peppers, que apenas tocan dos horas raspadas y se dejan varios de sus éxitos en el tintero.

Ayer todas las canciones que conozco y me gustan del grupo sonaron y sonaron muy bien. Especialmente intenso el momento cuando en la primera mitad del concierto encadenaron Bloodbuzz Ohio, The System Only Dreams In Total Darkness y I Need My Girl.

También el cierre antes de los bises con England, Graceless, Fake Empire y About Today con el que demostraban que son uno de los grupos con una carrera más solida y consistente que existen en el panorama alternativo.

Matt se daba baños de gente, los Dessner me ponían los pelos de punta con sus guitarras y en todos los lugares en los que mirabas veías gente saltando, bailando, sonriendo, soñando, cantando o coreando algún riff de guitarra.

A un concierto épico le pido una buena dosis de bises y The National cumplieron con cinco canciones potentes, Light Years, Mr.November, Terrible Love, Space Invader y la emotiva Vanderlyle Crybaby Geeks que tocaron con guitarras acústicas mientras que obligaban al público a cantarla.

Hasta el concierto del Wizink The National era un muy buen grupo que me parecía interesante y del que me gustaba un puñado de canciones pero no era uno de mis grupos favoritos como si lo era de mi pareja.

Pero ahora tras el conciertazo llevo dos días escuchando su discografía en profundidad, viendo entrevistas con los miembros de la banda en YouTube, escuchando algún podcast sobre ellos y me he guardado varias canciones suyas más en mis playlists de Spotify.

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