Liopardo
Un pequeño bebé elefante no quiso separarse de su madre después de que un cazador la asesinara
Un pequeño bebé elefante no quiso separarse de su madre después de que un cazador la asesinara
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En septiembre de 2013 una imagen conmocionó a kenia y a medio mundo. Una elefanta se tambaleaba por los arbustos, acompañada de su pequeño hijo Zongoloni, de apenas 18 meses de edad. El pequeño no paraba de sollozar e inmediatamente la gente que los vió llamó al Servicio de Vida Silvestre de Kenia y a la Sheldrick Wildlife Trust para que rápidamente acudieran al rescate. Al llegar se dieron cuenta que la madre tenía una herida de bala en la pierna causada por algún cazador furtivo. Tuvieron que anestesiarla para limpiarle la grave herida y además le dieron analgésicos, antibióticos y antiinflamatorios. Lamentablemente la bala estaba tan enterrada en el hueso que la caminata de vuelta a la selva simplemente fue demasiado para la mamá de Zongoloni. Dos semanas después de haber sido liberada, la elefante se derrumbó y no pudo volver a levantarse nunca más. Cuando los encontraron Zongoloni llevaba días sin alimentarse ni beber agua, pero permanecía pegado a su mamá, sollozando mientras acariciaba a su madre con su pequeña trompa. Al principio, Zongoloni era muy agresiva con los guardianes y se negaba rotundamente a tomar leche o agua de una de las botellas que le ofrecían. Pero, cuando se encontró con algunos de los otros elefantes huérfanos, se tranquilizó. Durante meses la cuidaron con especial cariño, ya que ella aún tenía recuerdos muy claros de su crianza en la selva, junto a su madre. Pero, 4 años más tarde, la pequeña Zongoloni está mejor que nunca.
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