NUEVO SINGLE

Así suena la era Lux de Rosalía: descubre Berghain su canción con Björk y Yves Tumor

Rosalía estrena Berghain, el primer sencillo de su nuevo disco Lux. Una poderosa canción inspirada en el legendario club de música techno de Berlin y que cuenta con la colaboración de Björk y Yves Tumor.

La artista Rosalía en la madrileña plaza de Callao

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Rosalía inaugura su nueva era con Berghain, el primer sencillo de su próximo disco Lux, estrenado este viernes a las cinco de la tarde. La artista catalana vuelve a reinventarse con una canción poderosa, inquietante y profundamente simbólica, inspirada en el legendario club de techno de Berlín y con las colaboraciones de Björk y Yves Tumor, dos de las figuras más transgresoras de la música experimental.

Berghain mezcla pulsos electrónicos con atmósferas corales y orquestales, creando una tensión constante entre lo divino y lo carnal. La canción, que funciona como manifiesto sonoro de esta nueva etapa, alterna versos en alemán, español e inglés. Rosalía canta con solemnidad en alemán "Seine Angst ist meine Angst, seine Liebe ist meine Liebe, sein Blut ist mein Blut", una letanía que se repite como un mantra, mientras en inglés invoca una "divine intervention" que suena tanto a plegaria como a condena.

En la parte final, el tema estalla en una secuencia explícita y provocadora —"I’ll fuck you till you love me"— que rompe con cualquier rastro de contención y lleva el discurso a su extremo físico. Esa crudeza no busca el escándalo, sino el contraste: lo sagrado y lo profano unidos en una misma invocación. La letra completa es una mezcla de confesión y rito, con imágenes intensas como "La llama penetra mi cerebro como un peluche de plomo, guardo muchas cosas dentro de mi corazón, por eso mi corazón es tan pesado", donde la artista transforma el dolor y los recuerdos en poesía.

El título de la canción no es casual. El club Berghain, epicentro de la cultura techno y de la libertad nocturna berlinesa, se convierte aquí en metáfora de un templo profano donde los cuerpos buscan redención a través del ritmo. Rosalía convierte ese imaginario en una parábola mística: la pista de baile como altar, la noche como espacio de comunión y la música como vía hacia la trascendencia.

La colaboración con Björk y Yves Tumor refuerza la dimensión experimental del tema. El resultado es una pieza épica que abre una nueva etapa artística para Rosalía pero que podría haber sido mucho más épica todavía si tras la corta parte final de Yves Tumor que termina abruptamente hubiera un cierre orquestal o mezclado con electrónica que hiciera referencia al titulo Berghain.

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