MACACO EN PROFUNDIDAD

Entrevista a Macaco: ""Lo que ahora llamamos viralidad no es tan distinto del boca a oído"

Entrevistamos a Macaco con motivo del lanzamiento de Futuro Ancestral, un nuevo disco donde el artista regresa a sus raíces sin nostalgia y con mucha reivindicación.

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Cuando te toca una entrevista con un autor muy conocido pero que honestamente no consumes de manera habitual, lo suyo es que te pongas al día sobre qué ha estado haciendo en los últimos tiempos. Si te dicen que es Macaco, nacido Daniel, la tarea es más compleja, porque tiene 30 años de carrera y una discografía inmensa, pero increíblemente reveladora.

"Llámame Macaco", dice ameno desde el taxi que le lleva de una entrevista a otra, y sabes que no es un apodo sin más -que le puso su madre- sino un estilo de vida. Habla igual que canta, y ese rollo espiritual y profundamente humano que inunda sus letras es el mismo que utiliza en su manera de comunicar. Por supuesto, lo aplica a su nuevo disco, Futuro Ancestral.

"Voy mucho con el día a día", admite en una larga conversación donde jamás mira el reloj. "Intento no estar anclado en una década, sino rescatar lo mejor de cada época". Esa visión tiene un origen íntimo: Macaco recuerda a menudo una frase de José Saramago que ha adoptado como brújula personal: "El padre del hombre que soy es el niño que fui".

Desde finales de los noventa hasta hoy, la industria musical ha mutado por completo: pero él se sitúa en un punto intermedio entre adaptación y resistencia. "Hay muchos cambios, claro, pero algunos ciclos se repiten", reflexiona. "Lo que ahora llamamos viralidad no es tan distinto del boca a oído, solo que con herramientas nuevas". Esa continuidad explica por qué no le obsesiona pensar cómo le habría ido si hubiese empezado hoy. "Creo que hubiera hecho las cosas igual si hubiese empezado en 2025", afirma sin dudar.

Muchos de sus éxitos lo confirman. Coincidir, la canción que inicialmente fue descartada como single por "demasiada letra", terminó superando cientos de millones de escuchas impulsada por el público, no por una estrategia de mercado. "La gente la llevaba a bodas, funerales, celebraciones… Era algo que se movía solo, y eso me enseñó que no todo se puede prever".

Futuro Ancestral es una vuelta a las raíces, pero no en tono nostálgico: es una reivindicación de aquello que todavía explica quiénes somos. El álbum recorre sonidos del sur global: rumba flamenca, sonoridades afro, cumbia, merengue, boogaloo. Música hecha "con madera, manos y tradición", como él mismo describe. Una mezcla cálida y orgánica que responde a una idea que repite varias veces: "Nada se acaba, todo se transforma".

Ese concepto atraviesa también las letras. El disco incorpora crítica social, espiritualidad, humor y reflexiones sobre un mundo cada vez más crispado. En Sube el nivel del mal, por ejemplo, Macaco recurre al sarcasmo para describir una sociedad donde todo parece estar acelerado, saturado, desbordado. "No solo ha subido el nivel del mal —dice—, es que se ha desbordado". Frente a ese panorama, él defiende la importancia de la ironía, de señalar la realidad sin caer en el cinismo: "Creo que podemos provocar reflexión y hacerlo desde un lugar lúdico".

Macaco reconoce que, en plena era del scroll infinito, la presión por adaptar la música y la comunicación a formatos cada vez más breves es enorme. Su equipo se lo recuerda: hay que condensar, sintetizar, ajustarse al algoritmo. Pero él no siempre quiere obedecer. "Sí, se puede llegar a más gente siguiendo las reglas, pero también puedes perder autenticidad".

En medio de la conversación, con el ruido del tráfico de fondo, Macaco deja caer una noticia casi de pasada: está metido en un proyecto cinematográfico, con un fuerte componente social y elementos de realismo mágico. "La idea es rodarla en tres años", adelanta, y por el tiempo hablado y la manera de tratar los temas sabes que lo suyo va ser especial.

En temas audiovisuales, por los videoclips jamás dirías que el protagonista tiene 53 años. Su mezcla de humor, melancolía y mensaje social tienen un estilo hipervitalista, que se nota especialmente en No Encajo. Y habrá quien vea (como yo) un toque de youtuber en Sube el Nivel del Mal, demoledor en su mensaje. "Es que está subiendo mucho, en serio", dice en el momento más grave de la entrevista.

A sus casi tres décadas de trayectoria, no parece interesado en reinventarse para agradar, sino en seguir construyendo desde su propio mapa, tan personal como inconfundible. Y lo de despedirse como si acabaras de coincidir con un colega es algo que muy poca gente, artista o no, es capaz de conseguir. Muy natural todo, muy genuino. Muy Macaco.

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