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Eros y Psique, la historia más romántica de la mitología

Diostuitero nos desvela la verdadero mito en el que está inspirada la historia de Blancanieves.

La victoria de Eros de Angelica Kauffman

La victoria de Eros de Angelica KauffmanMetropolitan Museum of Art - Dominio Público

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El beso del príncipe a Blancanieves no fue tan original, está tomado de aquel con el que el dios Eros ( el amor) despertó a Psique ( el alma). Y es que el alma sin el amor no es nada.

Psique era una bellísima joven condenada a desposarse con un monstruo. Afortunadamente, el dios Céfiro se la llevó volando antes de que eso ocurriera y la depositó en el palacio de Eros, el hermoso hijo de Afrodita, el cual, en lugar de obedecer a los dioses y lanzar su flecha contra Psique para que se enamorase del monstruo, decidió, por una vez en su vida, herirse a sí mismo, y así quedó prendado de Psique.

Los dos se amaban en la oscuridad de la noche, pero Eros desaparecía durante el día, pues no quería mostrar su faz a Psique, temeroso de que, si ella descubría que no era el monstruo que los oráculos habían predicho, los dioses se enterasen y les castigarían.

A fin de cuentas, ¿quién conoce el verdadero rostro del amor?

Todo iba bien, pero Psique, curiosa e instigada por sus envidiosas hermanas, trató de vislumbrar el rostro de Eros con una lámpara de aceite mientras éste dormía.

Comprobó, aliviada, que no era en absoluto el monstruo que temía, sino un hermoso y dulce joven, pero, con la emoción, derramó una gota de aceite sobre su cara y le despertó.

La tragedia se desató: Eros, decepcionado, desapareció en el acto para no volver jamás y Afrodita castigó a Psique con varias pruebas que pensaba que no podría cumplir.

Una de ellas consistía en bajar al Inframundo y traer en una caja parte de la belleza de Perséfone, la hermosísima diosa del Hades. Y así hizo Psique, pero, una vez más, la curiosidad trajo su desventura y, como Pandora, abrió la caja. Inmediatamente, un sopor mortal se apoderó de ella y quedó dormida para siempre.

Sin embargo, Eros no paraba de echar de menos a su querida Psique. El alma sin amor no es nada, pero el amor sin un alma que habitar, también.

Y Eros, mucho antes que el príncipe, despertó a Psique con un beso. Zeus, que era un pichabrava, pero tenía su corazoncito, otorgó la inmortalidad a Psique, permitiéndole comer la ambrosía, y medió para que a Afrodita se le pasara el cabreo.

Y Eros y Psique, la inmortalidad del alma a través del amor, vivieron juntos y felices para siempre. Mucho más bonito que el sangriento y vengativo cuento de la cruz, ¿no?

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