Maneskin siembra el debate con ‘I Wanna Be You Slave’

Desde la noche en la que saltaron a la fama, Twitter ha sido uno de los mejores refugios y principales defensores de Maneskin. Un grupo que resucita -aunque sea ligeramente- el espíritu rompedor de leyendas como Led Zeppelin o Nirvana y las ganas gamberras de otros más modernos como Arctic Monkeys o Harry Styles.

Lo han dejado claro con su último lanzamiento 'I Wanna Be Your Slave', momento que han aprovechado hasta para lanzar un mensaje muy a su estilo. "Queremos transmitir la idea de que no tenemos que tener una sola identidad, cada uno puede tener muchas facetas", adelantaba el líder de la banda a la revista Rockon.

Su último tema, explicado por el propio Damiano David, "describe con crudeza todas las caras de la sexualidad y cómo pueden influir en el día a día de una persona". Motivo de más para que él, la bajista Victoria De Angelis, el batería Ethan Torchio y el guitarra Thomas Raggi aparezcan ataviados con lencería y con actitudes bastante eróticas.

El recibimiento en redes ha sido espectacular, ya que el tono provocador suele caer muy bien y más cuando eres un icono como ellos. La canción estaba incluida en su segundo álbum, que vio la luz el pasado marzo, pero no lo habían acompañado de imágenes y llevaban tiempo promocionándolo como un antes y un después desde su perfil de Instagram.

Solo en YouTube va camino de superar los cinco millones de visitas en menos de 24 horas, un hitazo para un grupo que hace solo tres años tocaba en las calles de Roma y a cuyos primeros conciertos acudían unas 30 personas.

La normalidad con la que llevan la puesta en escena de 'I Wanna Be Your Slave' no ha hecho sino volver a elevarles como símbolo internacional de diversidad, rock'n roll y buen rollo. Tres aspectos fundamentales para que una banda pase de canción de moda a mito. ¿Podrán aguantar el ritmo para entrar en la historia de la música?