SON UNA COSA Y LA CONTRARIA
¿Te has dado cuenta de que todas las etiquetas de los millennials se contradicen?
Si hacemos un repaso a todos los estudios que hablan sobre cómo se supone que son los millennials descubrimos que, según los eruditos, los millennials son una cosa y la contraria. Son emprendedores y críticos, pero también son vagos y pasivos. ¿En qué quedamos?
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Toda la maquinaria de las redes sociales se ha puesto a disposición de los millennials, la generación nacida entre 1981 y 1995.
Ellos han sido los primeros en conocer un mundo digitalizado donde las posesiones físicas son un fetiche vintage (y superfluo) y donde el poder de las redes ha dado otro significado al valor de nuestros gustos o rarezas. Nadie está ya completamente solo, ni nadie es tan sumamente raro como para no encontrar a gente como él.
Por eso, las generaciones anteriores se han adelantado a etiquetar a los millennials, creando un monstruo de Frankenstein lleno de adjetivos contradictorios, coherentes con una época que nos ha tocado vivir, pero llenos de agujeros.
Porque los millenials, pese a que han contado con la mejor educación de la historia, con una tecnología “atómica” y con un tiempo de paz en occidente sin precedentes, son la generación de la crisis económica, del paro generalizado, del “no hay futuro” y de la sensación casi planetaria de que los mandatarios, pese a ser descubiertos con la mano en el pan, siguen sin avergonzarse ni pedir perdón.
La cuestión es ¿en un futuro serán los millennials los que etiqueten a las generaciones siguientes aplicándose estos mismos adjetivos?
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