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Timo de la estampita digital del amor: Brad Pitt y otros fraudes nigerianos

Becaria escribe sobre las estafa habituales como la del príncipe nigeriano y Brad Pitt.

Estafa en internet

Estafa en internetPixabay

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Es noticia de penúltima hora que una mujer de Granada ha denunciado haber sido víctima de una estafa de 170.000 euros, lo que viene siendo el precio de un trastero en Madrid, por parte de una persona virtual que se hizo pasar por Brad Pitt, con quien llegó a creer que tenía una relación de pareja. Lo primero de todo: ¡qué suerte tener casi doscientos mil euros!

La supuesta estafa tuvo su origen en la red social de las personas mayores, Facebook, a través de una especie de grupo de fans del actor, donde un avispado vio el negocio ante la ingenuidad de su público. Esta persona coqueteaba con la víctima y la encandilaba enviándole fotos de Brad Pitt en la alfombra roja y otras sugerentes estampas del atractivo y multibillonario gerontoactor, consiguiendo así que le realizara transferencias para poder venir a España, grabar pelis e incluso que ella participara en el reparto. Qué ilusión. Imagino la interacción algo tal que así: "Soi Bladpitos, tu prínsipe nijeriano, asme un bisum". Dicho lo cual, poco me parecen 170.000 euros.

La estafa del príncipe nigeriano se originó hace años, casi nació con Internet, y el modus operandi es a través de un correo electrónico en el que el remitente afirma ser un príncipe, miembro o familiar con algún tipo de consanguinidad de la familia real de Nigeria u otro país africano. En el correo electrónico, redactado como si lo hubiera escrito un chimpancé borracho y puesto de coca hasta arriba, afirma que el remitente tiene acceso a una gran suma de dinero, generalmente millones de dólares, que necesita transferir urgentemente fuera del país debido a circunstancias políticas, legales o personales. Para ello, solicita al afortunado destinatario algún pago por adelantado para cubrir supuestos gastos en impuestos o tarifas bancarias antes de que se realice la transferencia. En este caso, una vez enviada la panoja, el nigeriano virtual de la realeza desaparece. Quién lo iba a poder imaginar.

El pasado año, también a través de Facebook, una señora de unos setenta años fue estafada por unos 70.000 euros por el hombre con el que mantuvo una relación virtual durante cuatro años. Nunca vio al espécimen del que estaba enamorada y que la arruinó, pero tuvo la "suerte" de acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad y saldar sus deudas. Así sí mola que te la metan doblada aunque no la sientas por ningún lado.

Y otro jeta virtual con pedigrí que no se nos puede escapar es Albert Cavallé, ahora condenado por sus timos compulsivos, conocido como el "estafador del amor". Cavallé es uno de estos ejemplares que ha recaudado dinero a base de estafar a mujeres a través de aplicaciones como Tinder o Badoo, alrededor de 70.000 euros entre todas, a las que camelaba haciéndose pasar por inversor, abogado, cirujano o hijo de los dueños millonarios de una reconocida clínica de Barcelona; un meritócrata emocional espectacular. Según investigaciones, carece de recursos oficiales y cobra una paguita de 664 euros de la Generalitat en concepto de renta básica desde 2021. Pero si en algo tiene razón en sus declaraciones es que, efectivamente; "trabajar es de gilipollas".

Así trolean a las mujeres en Internet y así se lo hemos contado.

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